Cuanto tiempo desperdiciado,
buscando en lugares equivocados.
Cuantas ganas poco enfocadas.
Corriendo cuando a mi lado me esperaba ella sentada.
Jugando cuando debía estar hablando en serio.
Nada me importó demasiado, y ella me observaba.
Cuanta veces la lastimé y la herí sin querer.
Cuantas veces pude amar y preferí gozar el momento.
Cuantas veces lo efimero le ganó a lo eterno.
Así te perdí fuera de mí, cuando querías que fuera yo.
Me rechacé para que no hacerte daño.
Así te fuiste cabizbaja con algo de pena por mí.
Me viste viviendo la vida como un show,
y el payaso de la tristeza comiendo mi humandidad.
La alegría era poco organica y mucho de forzada.
Jugué con vos, jugué conmigo y la vida me pegó duro.
Me regaló una soledad que quemaba como un sol a la piel quemada.
Pensaste que aprendería rápidamente, sin embargo
mi exigencia me baño de superficilidad.
Junte cobardía y dejé el valor de lado.
Estallé de alegría y solo me quedaba el llanto.
Que no estalla y solo convive en mí como una plegaria a ti.
Me dejas de lado para que me rechacé y me discriminé.
Ya no soy tan amigo de mi soledad como antes.
Duermo junto a un amor de mi vida y recuerdo lo que me hace bien.
Me siento tan tranquilo y tan aceptado que retorno a mis origines.
Así me pregunto que he hecho con mi vida y
como puede ser que no haya tenido la inteligencia de no comprar todo lo que me venden
Buscando el punto donde me desvie del camino
Vuelvo para atrás con algunas heridas que dificilmente sanarán.
Me río nuevamente pero la carcajada no sale de mí.
Quizás algun día en algun río de amor te encuentre sentada esperandome.
Y dejaré de correr y me sentaré en tus piernas para pedirte perdón.
Esperando como un perrito desobediente que me des tu caricia del alma
1 comentario:
- Conozco mucho de lo que contás, pasa muchas veces, porque? Ade
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