martes, 11 de noviembre de 2008

Prende

Cuando parecía que todo estaba perdido,
mi ojos entreabiertos,
observaban con cara cansada
apoyados sobre el hombro de un amor maternal
pidiendo la piedad que la impunidad despliega.
Me limité a pasar la vida,
esperando que algo surja.
Así abrí lo ojos y los tuyos conectaron con los míos,
Eran un haz de luz que desplegaban bondad y aceptación.
Una espejo retrovisor de toda mi infancia feliz.
Eras una virginidad de amor dispuesta a ser descubierta.
Te encontrabas con las armas en posición de ataque.
Hasta que me viste que no hice otra cosa que acariciarte
tus manos rozaron mi hombro y luego tu cabecita se apoyo sobre mi espalda.
El amor se sorprendió que hablaban sobre él desde un lugar desconocido.
Se sintió renovado y energizado.
Con la esperanza revoloteando por su poesía.
Se relajó en confiar y la seguridad se desplegó.
Mis labios con sed de los tuyos,
buscaron refugiarse en algún lugar posible.
donde los puedas ver y el rocío de tu boca bañe esta sequía de sentimientos que estaba por quemar.

martes, 4 de noviembre de 2008

Nada verdadera me importa

Por fuera soy una seda que corre con el viento y camina con la brisa. Pero intento no ir en dirección contraria. Solo me deslizo como una hoja que hace su camino en el aire y parece fortuito. Como un ángel que la guía. Me gusta como me muevo con esa energía que salpica alegría. Cuando la vida me sonríe solo me queda dos cosas: saber que esto también pasara para no desbordar y por otro lado, aprovechar para deshacerme de todo lo que me hace traba la libertad y me corrompe mi tranquilidad. Es un delito que generalmente dejo que quede impune.
De pie, con el aliento de tu frescura en mi cuello me oxigenas y me das un empujoncito que abrazo sin afixiar. Con la poesía como forma de vida y con el tiempo que ya no corta mi espalda con su cuchillo, así mi vida va.
Ya no busco frenéticamente y me siento a reposar en un árbol, con la tranquilidad de que la vida no me pasa por al lado sino que la fui a buscar. La encontré esperandome con una lágrima en su rostro, desesperada por observarme desenfocado. Me adhiero a un amor por mi mismo que me eleva de todo lo terrenal, pero con mi caña te dejo en esta para que me cuentes como sigue todo. Te veo sosteniendo esa madera y por ternura, bajo y te doy un beso que entre tu locura y tu desconfianza guardas en un bolsillo. Entonces subo nuevamente al árbol y observo como la humanidad pasa caminando sin siquiera poder observarme para vaciarme, hasta que una hoja rosa sus cabellos y levantan costosamente su pesada cabeza. Con la positividad que me rodea, les muestro un poco de mi camino. Lo observan con admiración y dudas sobre todo lo que el desamor les pregunta. Entonces me siento un poco agradecido y creen que nada verdadera me importa: no estàn muy lejos.

lunes, 3 de noviembre de 2008

Nuevo es este cielo

Cuando me veo en el espejo, me encuentro con los ojos de siempre. Pero con otra mirada. Esa que no està buscando el punto oscuro en la hoja que cae del àrbol. Donde las arterias de la misma solo deja que se propague dentro de mi un sin fin de estrellas. Algunas me manejo como artista en un escenario, otras son novedad en mi vida, que me llena de temores. Me agrado navegando donde tu sal nunca habìa llegado.
Bajo este contexto, te mueves en mi vida, acariciándola y entonces me siento muy bien en tus brazos. Me empujas levemente como un magnetismo que se posa en el otro extremo del camino. Mi conciencia no logra decodificar el motivo, ni los funamentos. Cuando mi cansada cabecita deja de hacer rebuscada la vida, te dejo florecer desde una tierra que se cansaba de ser fèrtil. Comeinzo a ver mis mejores intentos y los resultados angelicales de este. Me observo con bondad y hasta con un ojo crìtico, podrìa estar agradecido en el alma por los giros y bailes que hice para verme bien. Cuando mi huesped se puso de pie solo me quedaba escucharlo y bajar la guardia, para poder gozar el momento de plenitud.
Buscando bajar la antestecia de la gente que me rodea, asì me siento seguro en ese guiòn, donde el protagonismo me lleva a explotar mi felicidad con una energìa levemente controlada, pero bien direccionada. Me das tres soplidos suaves en mi oido. Entonces mis dotes se erizan y dejo que entres en mi vida, destapando todas esas trabas que me rompìan mi bienestar. Cuando la frialdad ronde por mi camino, entonces escucharè tu golpe en mi mejilla para despabilarme y tranquilizar las aguas del mar.