lunes, 3 de noviembre de 2008

Nuevo es este cielo

Cuando me veo en el espejo, me encuentro con los ojos de siempre. Pero con otra mirada. Esa que no està buscando el punto oscuro en la hoja que cae del àrbol. Donde las arterias de la misma solo deja que se propague dentro de mi un sin fin de estrellas. Algunas me manejo como artista en un escenario, otras son novedad en mi vida, que me llena de temores. Me agrado navegando donde tu sal nunca habìa llegado.
Bajo este contexto, te mueves en mi vida, acariciándola y entonces me siento muy bien en tus brazos. Me empujas levemente como un magnetismo que se posa en el otro extremo del camino. Mi conciencia no logra decodificar el motivo, ni los funamentos. Cuando mi cansada cabecita deja de hacer rebuscada la vida, te dejo florecer desde una tierra que se cansaba de ser fèrtil. Comeinzo a ver mis mejores intentos y los resultados angelicales de este. Me observo con bondad y hasta con un ojo crìtico, podrìa estar agradecido en el alma por los giros y bailes que hice para verme bien. Cuando mi huesped se puso de pie solo me quedaba escucharlo y bajar la guardia, para poder gozar el momento de plenitud.
Buscando bajar la antestecia de la gente que me rodea, asì me siento seguro en ese guiòn, donde el protagonismo me lleva a explotar mi felicidad con una energìa levemente controlada, pero bien direccionada. Me das tres soplidos suaves en mi oido. Entonces mis dotes se erizan y dejo que entres en mi vida, destapando todas esas trabas que me rompìan mi bienestar. Cuando la frialdad ronde por mi camino, entonces escucharè tu golpe en mi mejilla para despabilarme y tranquilizar las aguas del mar.

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