martes, 11 de noviembre de 2008

Prende

Cuando parecía que todo estaba perdido,
mi ojos entreabiertos,
observaban con cara cansada
apoyados sobre el hombro de un amor maternal
pidiendo la piedad que la impunidad despliega.
Me limité a pasar la vida,
esperando que algo surja.
Así abrí lo ojos y los tuyos conectaron con los míos,
Eran un haz de luz que desplegaban bondad y aceptación.
Una espejo retrovisor de toda mi infancia feliz.
Eras una virginidad de amor dispuesta a ser descubierta.
Te encontrabas con las armas en posición de ataque.
Hasta que me viste que no hice otra cosa que acariciarte
tus manos rozaron mi hombro y luego tu cabecita se apoyo sobre mi espalda.
El amor se sorprendió que hablaban sobre él desde un lugar desconocido.
Se sintió renovado y energizado.
Con la esperanza revoloteando por su poesía.
Se relajó en confiar y la seguridad se desplegó.
Mis labios con sed de los tuyos,
buscaron refugiarse en algún lugar posible.
donde los puedas ver y el rocío de tu boca bañe esta sequía de sentimientos que estaba por quemar.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Me encantó!! me llego en serio y no creo que sea efecto del vaso de vino!! Muy bueno Dario!!Besos Andrea