viernes, 25 de diciembre de 2009

Lima-Cusco . Solo Transición 6

El lunes y el martes de la anteúltima semana de diciembre fueron exclusivos de trabajo. Difícil, cansador y exhaustivo. El final del trabajo fue defender lo que había hecho contra un equipo de trabajo que peleaba por lo suyo. Feo momento, me quedé mal. Fue la otra cara de la moneda de este viaje. Stress, pelea, discusión. Decepción de la gente con la que trabajaba, presiones. El martes terminó mi trabajo a las 22 hs de la noche y con dudas sobre mí el tiempo aplicado en ese banco. Gente con tanto miedo, todo el tiempo me decían, "pero que digo arriba". Después descargaban ese temor hacia mí con sequedad.
Es terrible como cambia todo, después del domingo con Eva en armonía, el martes terminé el día sin confianza en mí, en lo que estaba haciendo, y con dudas sobre mi presente laboral. No pude ver la divinidad en los ojos de esas personas agresivas. No pude verme desde otra perspectiva. Perdí la fe por momentos. Me fui a dormir enviando el mail a Focus con el informe del trabajo realizado.
El miércoles arrancó tarde y con un descanso reparador. Desde la empresa a la que trabajo me llego un mail. Mi negatividad esperaba una disconformidad por el informe que había enviado. Sin embargo, me llego un "excelente trabajo, querés quedarte una semana más en Perú para seguir yendo al banco pero a otro sector?". Luego de pensarlo mucho, el momento en el que estaba respondió que no quería quedarse.
Fui a cobrar el dinero del trabajo realizado y a partir de ese momento la moneda se dio vuelta nuevamente para mostrarme la otra cara. Entendí entonces que la otra cara de la moneda tiene que estar para poder disfrutar la cara positiva de la vida.
Salía en 4 horas para Cusco, la tierra prometida para todo tipo de descanso. Me fui a caminar por Miraflores hasta la playa, treinta minutos a pie. Llegué a una estatua de veinte metros iluminada desde el suelo. Eran dos personas abrazadas y acostadas. Cien metros abajo estaba la playa, también desierta. Bajé por un barranco y llegué a la playa. Al llegar, comencé a caminar por la playa hasta que acampé en una zona agradable. Cerré los ojos para concentrarme en el sonido del mar. Esta vez cuando las olas de vuelta al mar rozaban las piedritas eran como pequeñas risas suaves multiplicadas. Al abrir mis ojos era totalmente de noche. El tiempo voló entre meditación y 'dormitación'.
Había olvidado por completo el arduo día de trabajo.
Tenía mucha energía así que me fui a caminar en sentido contrario al que había venido para encontrar una subida a la civilización. No encontraba nadie en mi camino como para preguntar, alrededor mío era solo un mar las piedras, arena, montañas y yo. Algunos autos pasaban a toda velocidad por la carretera. Estaba tranquilo de todas formas, no tenía pensamientos negativos. En ese momento encuentro a una persona del lugar y me dice que no siga caminando que me estaba por meter en "barrio malo". OK, volví cantando por la playa. Estaba volviendo a la armonía del domingo. Mucho tiempo de soledad necesitaba gente. Así que subí a Larcomar, visite algunos museos, nada interesante. Lima esta lleno de casinos, asi que entre en uno y jugue un poco de plata. Es imposible salir satisfecho del casino, la frase "si hubiera" todo el tiempo surge en tu cabeza. Volví al hotel para hacer los bolsos y dejar el hotel.
El hotel tenía pulgas, el cuerpo me picaba terriblemente. El taxi llegó mas tarde. Lima no se merecía un final tan desagradable. Me fui a tomar el avión hacia Cusco a las 6am.
El viaje fue corto, en una hora y media estaba en el hotel reservado. El hotel reservado no tenía lugar.
Estaba en Cusco, las calles eran subreales. Abundaban las piedras de gran tamaño para todo.
Sin embargo veía mucho turista, era como una Villa Olímpica, todas las naciones en un lugar. Me decepcionó un poco tanto turismo.
Era 24 de diciembre, mi objetivo para conseguir un hostel en el que haya gente, tenía miedo de pasar la navidad brindando solo. Era banal pero era mi única preocupación. El que había reservado estaba lleno. Conseguí un hostel muy humilde a 3 dólares la noche. Después de la pulgas del hotel de de Lima, descarte que mas caro es mejor. Fui hasta la plaza principal. Todavía sin entender mucho adonde estaba.
Y creo que la altura me estaba haciendo mal. Cusco tiene un sistema automático anti estrés. Cuando caminas rápido, comés mucho o te preocupas por pequeñeces, automáticamente, por los tres mil quinientos metros de altura sobre el nivel del mar, comienza a dolerte la cabeza y te sentís abombado. Me fui a dormir una siesta, hasta la mañana de vísperas de navidad.
En cusco tenía poco tiempo, entonces apenas me levanté fui a sacar pasajes para el Machu Pichu. Una vez que los conseguí sin agencia de turismo me relajé un poco más. Estaba todavía apunado, así que me compré unas hojas de coca y aprendi a masticarlas. Llovía y estaba en ojotas, me compré un par de medias porque tenía frío en los pies. Fui a un comercio que era un baño público limpio por s/0.50 el papel. Venía complicado así que compre dos. Volviendo para hostel entré a un museo del Dios del Sol. Quería absorver un poco de esa energía. Cuando lo estaba recorriendo escucho un coro y gente cantando. Lo disfrutaban, estaban practicando para la misa. Comencé a hacer mi respiración diaria en la iglesia. En la mitad del Kriya(esta bien así, daro?) me interrumpe una señora, "estamos cerrando...". Ok, traigame la cuenta por favor. Fui a la plaza central, se largo a llover mucho, así que no me quedó otra que entrar a los videos juegos. Desafiaba a los chiquitos que jugaban al juego que mejor se jugar. Quería hacerme el canchero: “como se juega a esto?” y después ganarles a todos. Pero no fue así, creo que perdí la magia, me mataban todos. Ya había parado de llover hace rato, no tenía mas excusa para quedarme.
Llegué a la plaza principal, y nunca vi tanta gente junta. Había mucho bullicio en diferentes idiomas. Muchas tiendas de venta de cualquier cosa. Desde pastito para el pesebre (reutilizable para camellos) a triples para enchufes.
No me interesaba nada. Estaba con mi terrible obsesión de no pasar solo la navidad.
Fui a oficina de turismo, el cual era un lugar de venta de excursiones asi que no tenía idea lo que le estaba preguntando.
En ese momento me encuentro con una española que vendía tortitas en una canasta para ayudar a los chicos del hogar. Ayudando a almas carenciadas seguramente podría sanar mi soledad de vísperas de navidad. La ayudé a vender unas tortitas, asi que fue a buscar más y la acompanié. Cuando llega le pregunta a su compañero si sabe adonde puedo pasar navidad. Me da la dirección de un bar de ellos para ayudar a chicos carenciados. Bueno, me despidieron y yo al menos tenía algún lugar adonde ir.
En eso una chica pasa y se me queda mirando a los ojos. Era linda asi que le digo “hola”. "Queres masajes?" me dice. Bueno, quince soles y entré a un santuario para que me haga masajes. Lo disfrute, todo el tiempo intentaba focalizarme en que eran solo masajes y nada más. Así relajado fui para el hostel.
Del avión había guardado un pan dulce personal. Era tarde, no sabía que hora era igual. Podría ser hora de empezar a preparse para salir a la cena de navidad. Pero en ese momento me desprendí de la obsecion por compañía y me comí el pan dulce personal como para festejar navidad y me quedé dormido.

miércoles, 23 de diciembre de 2009

LIma 5 - Misa con Eva

El domingo me levanté con muchas ganas de vivir. Amanecí temprano y fui a desayunar. Me volví a acostar, siesta mañanera y me preparé para ir a comer a algún lugar. Las chicas, que ya me conocían mejor que yo, me recomendaron Barrancos. Con los taxistas siempre me pasa lo mismo, le bajo el precio y después como me llevo tan bien termino pagándole el precio que dijeron inicialmente. Todos me comentan, sin introducción, “Que la sigan chupando eh”(Les encantó la frase del Diego)… En general no tienen introducción al tema, como mi amigo el pelo. Te empiezan a hablar pensando que vos estas en su cabeza. Llegué a Barranco y había un grupo de Capoeira practicando en la calle. Música en vivo y baile, combo letal para que me quedara una hora mirando. Subí por una escalerita a un mirador muy turístico. Se veía el mar, las montañas, gran paisaje. Me compré una pulserita de… algún cereal. Y, mirando el lugar, tenía ganas de estar ahí, aunque no había nadie. Así que me las ingenié para bajar y llegar a unas rocas en las que el mar pegaba. Me di cuenta que había un sendero para llegar mucho más fácil. Cuando reaccioné adonde estaba, me subió una gran emoción. Había llegado después de todo hasta ese lugar, se me llenaron lo ojos de lágrimas.
El mar tenìa una sonido como a pequeños truenos cuando la ola regresaba. Una mùsica fuerte, natural y gratis. Así que acampé ahí entre las piedras. Las piedritas era my suaves. Comencé a tirarlas contra el mar. Antes de tirar analizaba las piedras y así observé una que parecía pintada a mano. Era de color azul con círculos blancos y además era muy suave al tacto. Me la guardé en el bolsillo. Encontré otra con perfecta forma de corazón que también guardé. Estuve un ratito y me dio ganas de meditar. Cerré los ojos y comenzó el viaje.
Estaba en el límite justo en que las olas llegaban, por eso a veces me salpicaba alguna ola. La meditación fue especial, el sonido y el olor a mar me daba mucha paz. Pero cuando me salpicaba el agua me desconcentraba así que me paré para buscar otro lugar. Tomé una piedra que había visto, grande y perfectamente circular.
En ese momento... una chica que no había notado antes, me llama con la mano. Me acerco y comienza a preguntarme que era lo que estaba haciendo. No me miraba a los ojos cuando me hablaba, estaba muy avergonzada. Tenía un gorro y miraba para abajo. No podía verle la cara. Estaba meditando, le conté. Me estaba empezando a preguntar si le podía enseñar. “Querés que meditemos juntos?” interrumpí. Sonrió.
Entonces empecé guiarle una meditación. Ella escuchaba y seguía los pasos con atención, me volteé a mirarla y estaba con los ojos abiertos así que le dije que los cerrara. Comenzamos y era muy lindo, yo lo estaba disfrutando mucho. Me daba risa que a veces el mar hacía mucho ruido o ella no me comprendía la palabra. Yo le decía “llevamos la atención al entrecejo”. “El qué?” me decía con la misma voz lenta que yo le hablaba. Que risa.
Meditamos por cuarenta minutos aproximádamente. Cuando le dije que abriera los ojos, le pregunté como estaba. Sinceramente, no sabía lo que me iba a responder. Me dice: “Que lindo” Estaba emocionada… levantó la cabeza y me miró. Tenía unos ojos súper chiquitos, casi solo pupilas. “Nunca había hecho esto. No me lo voy a olvidar nunca, lo voy a llevar por siempre en mi corazón”. Que hermosura de persona pensé.
Entonces me empezó a hacer preguntas como si yo fuera un sabio. “Y cuando uno tiene mucho miedo de algo que haces? Vos por ejemplo que viajas solo? Cómo haces con el miedo?”. Yo le respondía todas las preguntas con seguridad, me sorprendía de mí. “Primero me fijo de donde proviene el miedo, porque generalmente son imaginaciones que la mente hace sobre el futuro. Si volvés al presente el miedo desaparece. Y si todavía persiste está bueno enfrentarlo”. “Ah…”, no me cuestionaba nada y me hacía una nueva pregunta sobre otro tema.
“Crees que estamos en armonía con el universo?”. Entonces cantamos “Ohm” cuatro veces. Una se lo expliqué y el resto juntos. Ella sacó una libreta y comenzó a anotar todo lo que hablabamos, hasta la meditación que hicimos. Y todo le sorprendía, era como una niña. Fue un encuentro muy lindo. Coincidir es amor. Seguimos charlando. Entonces ella quería enseñarme algo y me mostró una técnica de relajación en los pies. Eran masajes en los pies muy buenos y descontracturantes. Me explicaba cada órgano adonde estaba en el pie. Después me hablaba sobre ángeles y me enseño unos ejercicios físicos para antes de dormir. Le pregunté el nombre: “Eva” no podía llamarse diferente. Eva estaba ahora muy suelta.
En un momento me dice que yo era una persona de gran corazón que parecía un angel. No recordaba que me hayan dicho algo tan lindo (sacando a mi madre obviamente). Pensé en Flor que dice que cuando uno acusa a agluien con el dedo, tres dedos te apuntan hacia vos. Ella era tres veces más angel que yo.
Entonces cayó un poco la oscuridad en la playa y el frío. Por suerte tenía mi super pullover con cierre y capucha. Antes de irnos de la playa le mostré las piedras que había encontrado. "woooowwww..." No podía creer así que le dije "elegí una". "no elige vos" y le regalé la del corazón y la grandota redonda. Me quedé con la azul.
Nos fuimos caminando hasta la plaza. La charla era muy fluida y nos llevábamos muy bien. Hablamos de cosas más mundanas. Tenes una vida increible, me decía. Entonces pasamos por la Iglesia y yo quería entrar a conocerla. Al entrar gente rezando y unos chicos tocando la guitarra y cantando. Nos acercamos a ellos. Y por micrófono anunciaron “En quince minutos comienza la misa”. Buenismo, pensé. Mi primera misa.
Comenzó a hablar el cura y se basó en una frase "Busca a Dios, Encuéntralo y ámalo". Explico cada palabra, muy lindo. Me di cuenta que todos buscamos lo mismo. Ella me dijo "no vi a nadie mirar la misa con tus ojos". Eva era pura poesía. Le confesé, "nunca estuve en una misa". Abrió los ojos y pude verle el color blanco. Le hice señas de silencio "shh" y comenzó a reirse. Ya sos católico, tenés que ir todas las semanas a una. Vamos a que te den la ostia. Que tengo que decirle al cura, le pregunté. "Amén". La ostia no tenía gusto a nada, pero mal, mal, mal eh... tipo papel, malmalmal... no era mejor dar una papa frita? Perdón.
Bueno, Eva me fue a mostrar el Santo Peruano. Era de color café a diferencia del resto y encontró en el suelo un dige del santo de madera y me lo regaló. Que lindó, me encantó. Me enseñó algunas cosas de la iglesia. Que en el pesebré "el niño" se pone a las 12 de Navidad. Pensé pobre cura tener que estar solo en la iglesia para poner el muñequito a las 24hs del 24.
Salimos de la iglesia, y nos abrazamos por largo tiempo. Nos estabamos despidiendo, ya le había pasado mi mail. Ella no tenia. Fue un momento muy lindo. La despedí y empecé a caminar, pensando en ella...
En eso me toca la espalda, era ella devuelta. Me abraza nuevamente. Podríamos habernos besado pero no surgió. Estaba bien así. Entonces me pide mi dirección de Argentina real. La anota y saca un libro "el Secreto" y me lo regala. No podía aceptarcelo, eva es muy humilde y le debe haber costado mucho ese libro. "Si yo te lo doy es porque quiero que sea tuyo". También me da una pulsera con todos los santos. Que lindo, yo no tenía mucho para regalarle. Ah sí, le di la piedrita azul con blanco que tenía y la invité un arroz con leche. Nos sentamos en la fuente a comer el arroz con leche. Ella me dijo, "desayuna como un rey, almuerza como un principe y cena como un mendigo". Me dio risa, "¿ah te referis a que tengo que pedir plata para cenar?". "Sos una gran persona, de gran corazón" me dijo, "pronto tendrás tus hijos me dice con una persona que ames, no te preocupes". No le había comentado nada de eso, pero fue lindo lo que me dijo. Eva veía más allá de lo que se ve.
Nos abrazamos nuevamente, esta vez el abrazo fue interminable. Nos dimos un beso en la mejilla, largo y me acompaño a mi taxi devuelta al hotel. Estaba en armonía con Perú. Al llegar no me molestaban las músiquita de navidad. Hasta podría haberle dicho, podrías ponerla más fuerte. Les dejé el libro a las chicas y me fui a buscar una cena liviana. Al llegar, a una le pareció interesante el libro, lo noté, no me dijo nada. "Te dejo el libro para que lo leas". "No, no lo va a leer usted?" "Si otro dia", se lo quedó contenta.

Episiodio 4 - Vamos bien así o…

El sábado amaneció temprano y con un golpe en la cabeza que me recordaba la noche anterior. Podría ser peor, pensé. Me bañé y miré Estudiantes contra Barcelona, mientras hablaba por chat con Seba. Buenas mañanas, no tuve un solo día de Sol en Peru, tampoco de lluvia, es cielo siempre es blanco nublado, parece que va a llover pero no llueve. Se hizo tarde para desayunar así que bajé y le pregunté adonde ir a las chicas de recepción. Son dbvinas, siento que quieren charlar más pero no se animan o no se lo permiten. Adonde puedo ir a almorzar? A la Plaza… no se que.. Buenisimo dije, me encantó. Una plaza? Joya, dije. Me fui a tomar el bus. Me subí al primero que pasó sin preguntar. Pensaba ir hasta la terminal o algún lugar que me pinte, sabados de libertad. Me da el boleto el cobrador y le digo hasta Plaza... Sí, te aviso.
Me bajé en la Plaza esperando un hermoso paisaje verde. Bajé y no veía nada, pregunto para donde es Plaza...? Y me dicen ahí. Tremendo Shopping llamado Plaza… tamadre… No tenía ganas de entrar a un shopping pero ya tenia hambre. Entré con mal humor y me senté para pedir unas pastas anti resaca, lasagna vegetariana, con mucho pan. Le pedí cuatro veces el pan y nada. Uh, que mal humor. Me acercó al cajero y le digo "me podrías pasar pan". "Te lo tengo que cobrar". "Yo no puedo comer pastas sin pan". Me sonó a nene caprichoso, pero estaba molesto, tenía dolor de cabeza, mocos, hambre y se me enfriaban las pastas. En eso veo que pasa por atrás mio la chica con el pan para mi mesa. Le pido disculpas a todos. Decidí que debía comer rápido y volver.
Me fui a comprar un pan de jabón para lavar la ropa. Entré al super para comprar y me encuentro con una banda de música navideña en vivo. Y bueh, a lo mejor es arte, pensé… Eran ráfagas de arte.
Volví al hotel y les dije a las chicas que esperaba una plaza con verde, naturaleza y se mataban de risa. Siesta hasta la noche.
Me levanté tarde, me vestí y esta vez les expliqué bien a las chicas que quería. Me llevaron a una zona bohemia y bien autóctona. Llegué como observador a una plaza real, lugar raro. Había algunas pandillas y esas cosas pero me sentía cómodo. Increible conseguí un sanguche de Palta, huevo y tomate riquísimo. Le pido uno y el tipo me dice, “te separo otro”. Efectivamente fui por el segundo.
Mientras comía el segundo sanguche, veo una persona que pasa y me mira fijamente la riñonera. Yo estaba comiendo en una escalera. Y el tipo desorbitado comenzó a caminar en dirección hacia mi. Levantó la vista y avanzó hacia mi a mirandome a los ojos. Yo lo miré fijamente y no me asusté. Se acercó a una distancia mínima y nos seguíamos mirandonos a los ojos. Sorprendentemente, siguió caminando y se quedó a dos paso de espaldas a mí. Me levanté y me fui por las dudas. Vaya uno a saber que estaba pensando. No daba por estar caminando tan libremente así que entré a un lugar de 5 soles, barato comparado con los 100 soles que me querían cobrar la noche anterior(al final pagué 20 soles para ayudar a Jony que era un chico de la calle, difícil de explicar).
El boliche era muy autóctono. No podía entrar en ritmo, estaba observando, no me hacía falta tomar, estaba muy bien. Wow, como bailan… como explicarlo. Muy cerca uno del otro. Los hombres casi que no bailan y se abotonan a las chicas que bajan y menean hasta la ceja. Gracias Peru! Saqué a bailar a una chica, y a los dos minutos se da vuelta dandome la... espalda y empezamos a hacer el baile, onda meneaito pero con música de Perú. Yo no entendía asi que me agache un poco para preguntarle… “Vamos bien así o...” La flaca se incorpora me mira “Que?”… "Nada..",al rato “Así se baila o....” (me estoy yendo de mambo). No me dijo nada. “Disculpá, que pensàs del golpe de estado en Honduras”. Bueno, seguimos bailando y la fiera se despertó en mi. Es imposible, no se puede.
Me parece que no era tan así, o sea mucho, no? La chica me dice “No me gusta esta música” y se fue a sentar. Ja! De repente... algo hice mal obviamente. Despues saqué a bailar a otra y tenía un poco de culpa así que ni me le acerqué. Se aburrió porque bailaba lejos me parece. No tengo punto medio. Me arrimé a la que había bailado antes a ver si estaba enojada. No, todo bien, pero no bailaba más. “Ok, sabes para ir a otro lado”. Mi pregunta iba referida a que lugar podía ir yo después de ahí. Era temprano tipo 1. En ese lugar cierra todo a las 3. “Ella me responde, no vamos a ir juntos a ningún lado” y se ríe. “QueEE?? Ah…eh.. a no?” Linda chica, tenía una boca muy sensual. De repente la vi con otros ojos, ah, había chances? Bueno no sé, insistí un poco y creo que me estaba histeriqueando pero me aburrió y me fui. Entré a otros lugares, bailé un poco más. Lo disfruté todo. Se hicieron las 2 y me fui a dormir joya, impecable.

lunes, 21 de diciembre de 2009

Peru Capitulo 3 - Perdido en Lime

Llegué a Barrancos por recomendación de Lucas, un “pata”(amigo en peruano) que es habitué de Lima. Llévame a “Larcomar”, le dije al taxista. Te llevo pero te convendría ir a la plaza Kenedy que es cerca. Bajé en la plaza Kennedy y quería comer. Entonces, veo a un grupo de activistas en contra de comer carne. No sé por qué tenían cara de enojados. Muy protestantes. Me acerqué a uno con miedo y le pregunto sabes algún lugar… y ya me miro con ganas de discutirme. Tartamudeé un poco y le dije, algún lugar que vendan comida vegetariana. Le cambió la cara. Y me indicó adonde quedaba… “Ben Briches”, no se llamaba asi pero entendí eso. Obviamente, después de cruzar por la iglesia de Lima con un pesebre con la cancioncita de navidad, llegué al restaurante y estaba vacío. "Por qué está vacío?" le pregunté al mozo. "No se, es medio tarde". Quería pedir Omelete con queso, había, pero pedí un guiso de carne vegetariana porque el mozo quería que pida eso.
Paseé por la plaza y encontré lo que estaba buscando… un pullover Peruano. Encima tenía capucha y cierre. Azul con blanco. La señora mayor que lo vendía me dijo un precio para que lo baje. Me pareció increíble y barato de todas formas, así que le baje dos soles para que no se sienta mal ella. Calculé que con esa compra había ganado 50 soles que podía gastar esa noche, gaste plata para poder tener más esa noche. No tiene mucha lógica.
Fui para Larcomar (con mi busito nuevo, estaba contentisimo), un lugar recomendado por todo los peruanos. Es a la orilla de la playa, metido por debajo de la calle. Hay que bajar una escalera. El lugar era paradisiaco, hay una barandillaa que separa el mar que está como a 200 metros abajo tuyo y hay una zona de un bar que está arriba de un médano común y al borde de un precipicio al mar. No me parecía seguro pero era muy lindo. Larcomar es un centro comercial para jóvenes con boliches y lugares asi. Entré un bar, el único que no había que pagar. Aunque una vez adentro me dijeron que la consumición mínima era de S/25 y todos los tragos estaban S/24 o 22, una porteñada.
El bar tenía habitaciones chiquitas y tenía vista al mar y a una cruz iluminada en blanco. Llegué y había lugar solo en la barra. Así que me acerqué a dos grupitos femeninos y le pregunté a cada una por separado si me podía sentar ahí. Las dos me negaron, creo que estaban ocupados y se les complicaba hacerme un lugar. La verdad estaba muy positivo, ni me importó. Me senté en la barra. Cuando empieza la música vi que la voz no era original. Quien canta le pregunto a la moza. La chica de ahí. Ah, era un canto bar sentados. Buenísimo, el lugar me hizo acordar al cantobar de la película “Perdidos en Tokio”. Estaba muy contento. Era una linda noche. La camarera la primera chica del viaje que me parecía atractiva, con el resto no tuve onda y no nos gustábamos mutuamente. Me hubiera gustado que este Daro, para que me diga, “Viste que linda comisura de labios que tiene esa“ o cosas así que solo Daro ve. Le pedí un papelito para pedir una canción. Me trajo la carta de canciones y me pedí “Celos de Mi Guitarra” de José Luis Perales. Todos pedían canciones de joda, pero yo tenía ganas de escuchar y cantar esa. Entregué el papelito y me dije "buenooo, hasta que no me toque a mi no me voy a poner nervioso. Me traen el micrófono al instante que pedí la canción. Uh. Me dicen que no está esa canción. Que le diga otra rápido. Me salió “Color esperanza” de Diego Torres. Malisima. Comenzó el tema y estaba bien, la cante entera, al final ya estaba aburrido y la gente aplaudió. Aplaudían a todos igual me di cuenta. Lo disfruté más cuando terminó que cuando la cante.
Salí del lugar después de dos horas, los peruanos cantan muy bien naturalmente. Entré a otro lugar. Esta vez era un boliche. Gente muy ajena, diferente a lo que había conocido hasta el momento. Mucha histeria, mucha imagen, muy “top”, uff. Me sentí muy solo, podía haberme ido, pero tenía ganas, muchas, de conectar con alguien. Hasta el momento no había podido conectarme con nadie, apenas conmigo por momentos. No encontré otro remedio que emborracharme. Me pedí un whisky, después otro. Fume. Ahí estaba sonriente y rodeado de gente, pero solo y angustiado por dentro. Eran pensamientos tan internos que el momento no los visualicé y solo bailaba y buscaba un poco de cariño.
Baile con una chica que se fue en la mejor parte, no sé cómo hacen para desconectarse tan fácilmente, yo seguía ahí. Al rato la veo con un chico, debe ser su novio pensé para consolarme y... otro trago.
Arriba en el vip una chica me parecía linda. Le pregunto con señas si quiere bajar y me dice que no. Al rato estaba abajo asi que nos pusimos a bailar. Vestía un babydoll arriba y un jean. Era muy linda y bailamos largo y tendido, la invité al día siguiente a que me saque de paseo. Me salió el perro faldero, pero la verdad tenía muchas ganas y con la borrachera ya casi que sentía cosas por ella. Era el cumpleaños de su madre, me dijo. Intercambiamos datos para volver a vernos, cosas de borrachos. Antes de irme le regalé una lucecita que me dieron para el carnaval carioca o algo así.
Sali bastatnte perdido en todo sentido. Tomé un litro de agua para limpiarme de todo antes de llegar al hotel y dormirme. Antes busque una último intento de "quereme", dos chicas que piden un taxi, van para "San borja"?. Con el pullover azul puesto no podía perder: "No". "Ok, ahora sí, a dormir por favor, no doy más. Gracias. firma:El cuerpo".

domingo, 20 de diciembre de 2009

Perú Fase 2 – Vicenticos navideños

El segundo día de trabajo fue más potable. Los mocos se me caían de la nariz. En la cena de la noche anterior, me habían dicho que estaban todos en contra de nosotros, porque íbamos a corregir su trabajo. Yo no sentí nada de eso, hace rato que no siento la mala onda. Qué buena virtud que estoy adquiriendo. Un flaco me dijo algo así como… con mala onda, no me acuerdo la frase pero me dio mucha risa en serio y el flaco se rió después y se disolvió. Al rato me pidió ayuda con algo
En eso un chico que estaba en diagonal mío también me pidió ayuda, se la di. Le pedí su mail para que le mande la info completa. “relbocanegra@bcp.com.pe”. Ok, ahí entendí todo… No sé qué pero suena bien.
Nos miramos a los ojos… Nos besamos. Mentira, pero la mirada fue como de admiración mía por el apellido y su pasado y el flaco admirado de si mismo. Cuando volteé me preguntaba qué pensarán los anscestros si lo vieran trabajando en un banco. No me respondí.
Al mediodía le dije al comedor del banco que quería almorzar algo que no tenga ni carne, ni pescado ni pollo. Me miraron rarísimo. Todo en Perú tiene eso. Me hicieron un arroz a la cubana con banana frita, muy rico.
A la tarde mientras trabajaba, pensaba en llegar al hotel y bañarme. A la vuelta me llevó un compañero de trabajo tardamos dos horas. El tráfico de Perú es igual a esos días en que Buenos aires no andan los transportes públicos y no hay semáforos. No se puede creer. Lo peor es que le indique mal el hotel y ya estábamos en el auto hacía dos horas y no le quedaba de paso. Willy tenía mejor humor que yo. Me dice si quería ir a cenar con un “pata” de él a un lugar muy copado. Buena onda nuevamente, “No, gracias”. Tenía la imagen de bañarme en el hotel y descansar. Casi inmejorable. Cuando pudimos encontrar el hotel, le agradecí e instantáneamente estaba en la ducha, demoré 1 hora por reloj.
Estaba para ir a comer al restaurante del hotel en toalla pero me pareció muy ostentoso. En la recepción estaba la musiquita de las tarjetas navideñas, me quedé un rato ahí y pensé “Pobre chica que trabaja acá que tiene que bancarse ese ruido solo porque el gerente lo dispone”. “Estas harta del sonido de la tarjetita, no?” “Lo que pasa es que no me anda la radio”. Ok, esta chica es rara. Pero cuando fui a cenar en el arbolito de Navidad estaba el mismo sonidito agudísimo y repetitivo tan agradable. Me acordé de una frase de Pablo Fraga, “el sonido no molesta, lo que molesta es la resistencia al sonido”. Así que intenté aceptarlo, si toda la gente que come ahí lo acepta porque yo no podía. A los 4 minutos y medio le pedí a la chica que por favor apagara el sonidito ese, creo que lo dije con el cuchillo en la mano porque la apagó inmediatamente. La gente que estaba comiendo me miró, se levantó y se fue. Espero que sea porque habían terminado de comer. Me quedé solo en el comedor y en silencio. “Por favor podrías prender el sonidito de la tarjeta navideña”.

En Perú son muy creyentes en … Navidad. Todo está iluminado con lucecitas navideñas, todo tiene mucho ruido. Creo que porque tienen fe en… navidad, por eso son tan buenas personas y hacen muchos favores.
Dormí plácidamente, le pedí a la gente del hotel que me levantaran a las 7:00. Ni llamaron, me levanté solo. Son buenos pero un cuelgue. Llegó el viernes, excelente humor. Respiré nuevamente, ejercicio y se me hizo tarde nuevamente.
El trabajo se me hizo casi leve nuevamente, dentro de lo que es trabajo. Salí y por primera vez tomé un transporte público, me arrepentí de no haberlo hecho antes. Los colectivos son rarísimos también. Se baja un flaquito stresadísimo y dice “para donde va la combi hecha colectivo y tratar de convencer gente para que suba. Así me subí a uno que iba para cualquier lado y me bajé a la cuadra. Es increíble como viaja la gente. “Javier Prado, Javier Prado.” Y agarran a la gente del brazo para que suba. En un momento se liberó un asiento y el flaco bajo gritando “Hay asiento libre!!!”
Llegué al hotel, me tomé una cerveza con frutas y un maní. Me bañé y me fui para Barrancos, a pasar una noche... una nocheeeee.

sábado, 19 de diciembre de 2009

Viaje a Peru - Parte 1

Martes me llama Cecilia, la gerenta de soporte, me dice si quiero viajar a Peru. "No tengo ensayo, de una obra que entré". Asi que corté y les dije que solo podía ir el jueves recién. "Por un ensayo me pierdo todo un viaje " pensaba. Asi que llamé devuelta y dije que ya quería ir. Pero me dijeron que ya habian avisado a otro de Chile para que viaje. "Uh, malisimo". Estaba hiper enojado y casi me peleo en la calle. En eso me llama una peruana y me dice "Me pasas tu numero de pasaporte, estoy sacando tu pasaje". Viajaba a la noche del dia siguiente.

Me pasó a buscar un remisero y salí al aeropuerto. Cuando llegué a Ezeiza me di cuenta que desde chiquito no iba y que estaba muy cambiado. En el camino cancelé mis actividades, les avisé a mi vieja y a mi viejo. Mi abuelo me dijo que yo iba a llegar muy lejos. No sabia bien en qué pero iba a llegar lejos.
El viaje estaba tan emocionante... que me quedé dormido antes de salir. Quise abrir los ojos para la salida, pero se me cerraban. Dormí, después medité, vi "la Pantera Rosa 2". Buena peli.
Llegué y me esperaba una especie de limusine con mi nombre. En el camino empecé siendo simpático con el chofer pero vi que el único simpático era yo, asi que me callé. Entonces, el chofer comenzó a darme charla. Histeria masculina.
Hotel muy lindo, los peruanos tienen mucho lujo me di cuenta, desmedido y sin mucho estilo. Me pasa a buscar la gerenta de Focus en Perú. Me empieza a contar del proyecto. Hiper complicado. Me dio miedo. Tenía que convencer a no se quién y pelearme con no se quién por no se qué. Me acordé que era un viaje de trabajo.
"No tenes novia por lo que veo. Digo por lo del Machu pichu". Extendí la vuelta para ir a pasar navidad al machu pichu. Ahi la charla se puso agradable. Muy buena onda, en un punto, pensé, demasiada. Pero son todos asi, buena onda, dan más de lo que reciben. Esta muy bueno eso.
El trabajo no fue tanto, hacia mucho que no trabajaba tanto igual. Terminé cansado, y me habia levantado a las 5:30 por el cambio de horario. Medité por la mañana me bañé e hice unos saludos al Sol. Me dijeron que ese día era la cena de fin de año de Focus Peru. En el taxi devuelta para la cena...
"Joven tu comida esta servida" me voy a comer, después la sigo
....
Llegué a la cena, incríeble el lugar. No vi nada asi en Buenos Aires, se llama Barranco, me dio ganas de estar con una chica por ahi. Era una bajada con mucho verde y buenos lugares. Entramos a un lugar muy pintorezco. Son esas cenas en que pensás que no es importante ir. Cuando llegué me dieron la fila de cabecera y todas las preguntas iban hacia mi. En el taxi de ida, estaba pensando que nada de lo que pase me iba a traer satisfacción. Ni una buena comida, ni una buena bebida... no me interesaba ir. Creo que estaba cansado de ver gente de sistemas.
Me pidieron un plato con mucho pescado. El plato comentaba todo lo que tenia y parecía enorme. Cuando llegó era un plato enorme y con un minimo contenido. Cosa de restaurantes raros. Los vinos los habia llevado Tael, un personaje. En Perú se llevan los vinos y te cobran derecho de corcho o algo asi. Me sirvieron vino. Me empezaron a recomendar todo lo que tenía que hacer, yo simulaba que me interesaba. Creo que no tenian otro tema de conversación. Buena onda igual, pero ya me queria ir al hotel y la gente seguia pidiendo cosas. La gerenta quedó que me llevaba devuelta. No daba más, eran las 22:30 y yo no daba mas.
A la noche el picante me hizo de descongestivo, me tuve que levantar a buscar el papel higienico.
Me levante bastante mal. Hice el Krya, una respiración rara, con la nariz tapada. Pensaba ir en colectivo pero me sentía mal, asi que taxi nuevamente. El taxi no tiene medidor se arregla el precio con el tachero, cada uno te cobra lo que quiere. Pero aprendi a que no me cobren mas de 10 soles...

jueves, 10 de diciembre de 2009

Los sueños corren detrás de mí

Estaba entumecido cuando llegaste a mi,
me iluminaste con una sonrisa que llenó mi vacío,
esa energía nos brotó a ambos desde el interior.
Pero brindamos sin bebidas,
nos acariciamos sin manos,
nos miramos a los ojos
y nos amamos sin amarnos.
Fue extraño, duro poco y en el presente ya es pasado.

Hoy, tan solo me queda nueva experiencia en mi vida,
una larga experiencia que exige una nueva sonrisa,

Una caricia al alma que borre todos los sinsabores.
Porque me siento vivo y despierto.
Estoy como nunca estuve en cada célula de mi cuerpo.
Me siento de pie y con mi almita que ya no se quiere escapar hacia otro destino.

Los sueños ahora corren detrás de mí. Intentan alcanzarme, estoy mucho más adelante que ellos.
Ya ni me detengo a esperarlos.

Ellos vienen corriendo pero ya no tienen tanta importancia en mi vida.
Ya no estremecen mi destino, es un destino que dibujo con paciencia y un lápiz de primaria.
Con burbujas de amor, exploto toda falta de comunicación entre mi ser y yo.
Por eso ya no me caigo, tengo las piernas duras y el corazón blando.

El amor es mi escudo ante todo y es mi mejor arma.
Ya no me caigo tan fácil.
Nada me perfora, porque simplemente soy y es como si fuera agua.
Soy liviano por eso nada me aplasta
como si una aplanadora pasara por arriba de un papel, Parece que duele un poco pero salgo ileso a todo.

Porque el árbol adonde me poso tiene brillo, luz propia. El sol no tiene más remedio que posarse sobre él. Yo solo rio, con sonrisas sinceras.
Mi carcajada es cada vez mas seria. Ya sale desde las vísceras y ahora creo que cada vez riega un poco de felicidad este mundo.

El amor quiso jugar conmigo nuevamente, se rió de mí, intento quemarme. "Con esto le bajamos los brazos definitivamente", dijo.

Pero esta vez, quedó petrificado, yo era amor.