miércoles, 28 de diciembre de 2011

cristo dia 2

Dormí como un bebé como quien dice. Me levanté y el desayuno era libre. Podía servirme cuanto quiera, desayuné y guardé en mi panza para el almuerzo. Hablé con la recepcionista y me dijo donde conseguir dólares baratos, compré pilas para la cámara, semillas de girasol, estaba preocupado porque no estaba comiendo semillas, y me fui a la playa.
Me acomodé en la sombra de una palmera y luego de hacer ejercicio en un gimnasio público que hay en la playa, comencé con una sesión de yoga completa, respiración y meditación que terminó cuando una chica me toco la palma de la mano y salió corriendo a juntarse con sus amigos, yo la miré y me reí. Durante el día hablé con varias personas pero no llegué a conectar realmente con ninguna. La noche anterior había gastado 50 reales para cenar, alrededor de 120 pesos. No estaba en mis planes, fui al super y me compré frutas, frutas secas, unas pizzas hechas y un agua. Me costó 30 reales. No hice negocio. Hablé con una chica que tenía un mat de yoga, no comprendía mucho el concepto de todos somos uno y se fue.
Me fui a ver a Cristo. “Si venis a Rio tenés que ir a ver el cristo”. Ok, fui. Me tomé un ómnibus del que no puedo evitar quedarme dormido. Tardó una hora. Llegamos y había se ofrecía un tour, no quise nada. Pagué los 43 reales de la entrada y subimos en un tren que cruzaba la montaña. El paisaje era hermoso, en el camino encontramos un mono. Muchos turistas, de esos que son turistas siempre juntos no me divertían mucho… Recuerdo el de la cámara que filmaba todo, cuando el tren iba a pasar por un paisaje muy bonito les avisaba preparen la cámara y antes que la gente diga el alentaba el “Oohh”… yo lo miré y me reí, el se ríó, entendió. Su Ooh era totalmente exagerado pero pasaba. Había una chica que estaba con sus padres que me hacía acordar a Yvonne. Yo no estaba conforme de estar en el tren pasando por semajente lugar sin poder estar ahí
El Cristo estuvo bien, osea una estatua grande, todos sacando fotos sin demasiado disfrute. Cuando bajaba me dijeron que me ponga la remera, pero si cristo andaba en cuero le dije y me la puse. Con la doble de Yvonne caminábamos cerca pero no hablábamos. Bueno, lo cierto es que no tenía ganas de bajar con los turistas.
Así que pregunté si podía bajar caminando, me dijeron que sí, pero que demoraba alrededor de 3 horas, eran las 5 llegaba justo para anochecer pensé. Esta todo bien. Fui por un camino donde los autos pasaban, caminé alrededor de 1 hora y media, el lugar era alucinante, mucho silencio con sonidos de pajaros, únicamente interrumpidos por el sonido de los autos cuando pasaban. Me tenía que correr del camino a un costado por las dudas. La selva comenzó a hacer sonidos musicales y demases que caminando solo, me daban un poco de temor. Desconocía el origen de esos sonidos, no eran los típicos pajaros. Entonces agarré un palo que me sirva de defensa ante no se qué, me sentía mejor. En ese momento, encuentro un camino que se metía en la selva de lleno. Me dio ganas de meterme, pero me dio mucho miedo. Pensé que no iba a dejar de hacer algo por miedo y me metí. Mi idea era cruzar el camino através de la selva y llegar al otro lado del camino donde los autos doblaban.
Comencé a caminar por el sendero, el palo me ayudaba mucho, me pusé la remera nuevamente las ramas podían rasparme. A unos metros abajo mío pasó el tren, vi que la hermana de Yvonne pudo verme y puso cara de no puedo creer lo que estoy viendo.
Estaba muy bien hasta el momento pero el otro lado de la carretera no llegaba. De repente, me di cuenta que ya no estaba siguiendo ningún camino, era pura selva. Era muy complicado, por momentos las ramas pinchaban o me raspaba los pies. Continué bajando pero la carretera no aperecía. De repente me di cuenta que no me quedaba mucho tiempo de luz, por lo que aceleré el tranco y todos mis ritmos interiores. Avancé un tiempito más y llegué a un lago en el medio de la selva. Lo crucé con las piedras con musgo, fue muy peligroso, pero del otro lado era pared de montaña y no podía subir. Estaba bastante complicado, cansando, la respiración comenzó a agitarse demasiado. Comencé a buscar un camino de vuelta a la carretera y no encontré nada. Ahora el corazón también comenzó a latir más fuerte. Tenía temor de lesionarme y no poder continuar. Tenía el Yoga mat, para quedarme cualquier cosa. Pero si la noche caía tendría mucho miedo de quedarme ahí. Comencé a pedir Ayuda, en serio, o sea en voz alta... algunos gritos y nada, “Help” tampoco. Me dio más temor saber que nadie sabía que yo estaba ahí. Pedí ayuda mística. Comencé a correr por la selva me caía y continuaba. Me raspé las piernas y las manos, dejé el palo que me daba seguridad para ir más rápido. Estaba totalmente en el momento presente, yendo muy rápido. Pedi ayuda espiritual casi desesperado y apareció el camino. Encontré un sendero, que alivio. Lo seguí un rato más y me asomo y veo pasar un ultimo tren. Un hombre me vió me hizo pulgar hacia arriba, le pedí que le avisara al chofer. Se fue a avisarle pero el tren no paro. No podía subir a las vías, me resbalaba y me caía. Cuando pude subir ya se había ido el tren. Continué por las vías hasta llegar al camino de los autos, seguí caminando y la respiración comenzó a disminuir y a relajar. Ya estaba a salvo. Lo hombros se relajaron también. Había encontrado el camino nuevamente. Llegué a un puesto de policías y me enviaron en un ómnibus al centro. Me sentía muy fuerte, la muerte había rondado por ahí y siguió de largo. Todavía tengo algo que hacer. Tenía un sentimiento de ser nuevo.
Bajé en Lapa, un lugar de todos bares, había una samba y demases pero me fui al hostel en otro ómnibus. Tardó 1 hora más dormí todo el viaje y llegué a mi hostel. El baño fue muy placentero. Dolían algunas heridas.
Al salir hable con Marcos, un compañero de habitación de California que hablaba español. Me dijo que también hablaba Arabe porque estuvo 2 años en Irán, en la guerra. Ah ok, lo mío no fue nada. Relativicé y bajé.
Al bajar hablé con Lili, la recepcionista, de una dulzura fuera de lo común. Conectamos. Le pregunté que buscaba de la vida y esas charlas que me gustan a mi. Fui a cenar a un tenedor libre, recomendado por ella. Al volver en el hostel Che Lagarto, había muy buena onda. Hablé con una Española que vivía en Suiza. Estaba contenta que hablemos español. Muy buena onda.

Fuimos a una fiesta en un hostel, yo estaba totalmente energizado y con un humor, totalmente positivo. La española se me pegaba mucho, me agarraba del brazo en la fiesta. Yo no tenía ganas de estar de novio ahí. Fue una gran fiesta, conocí a Gabriela y le pedí su teléfono.
La española se fue con un brasilero. Me fui a dormir en taxi. Estaba realmente contento.


En el viaje desde el hotel a la playa me acompaño un colombiano, tenía algunos ademanes extra delicados, así que le pregunté te gustan los hombres o las mujeres. Los hombres me respondió, tenes algo encontra de ellos. No, era solo porque te iba a ser un comentario de una chica.
Estaba buscando las palmeras adonde hice ayer, pasamos por un gimnasio al aire libre e hicimos un poco de gimnasia con el colombiano, era buena onda. Caminamos bastante y encontré mis palmeras para hacer yoga, eran alejadas de toda la gente. Así que le dije que lo acomañaba a instalarse y después yo me iba a hacer yoga, el quería que le explique, pero la verdad me daba fiaca, y la verdad que más que nada iba a meditar, así que no había mucho que explicar. Terminé mis prácticas y me fui a llamar a Gabriela. Compre una tarjeta y eso, pero no la encontré, una pena. Compre uno licuado proteico con unos fatay de verdura. Hablé con otra Argentina, estaba con su familia, así que no había mucha posibilidad de seguir la conversación y me fui a la playa. El colombiano se había ido, así que me fui a caminar por la playa, estaba muy cansado, el sol me había quemado bastante así que me fui a dormir una siesta hasta la tarde noche. Al despertar baje y le pregune a Lili adonde conseguir cambio, ella misma me cambio reales. Me quedé dando vueltas en el hotel, hable con un chileno, mientras que usaba internet. Yo estaba arreglando con Andrea, una argentina que se fue a vivir a Rio, quedamos en que nos encontramos en un encuentro de Couch Surfing, personas que prestan su sofá para que extranjeros paren unos días. El chileno me dijo que venía, pero se tenía que bañar. Yo ya estaba listo así que lo espere abajo. Abajo me acerque a una chica que estaba sola siempre, pero me dijo que se iba a quedar leyendo el libro. Me pareció bien, y la dejé en su soledad. Fui a la fiesta de couch surfiing que quedaba en copacabana, en realidad era una reunión en la playa, todos extranjeros con un cartel con el nombre de su país y su nombre. Tenía hambre y la comida de playa no era adecuada para ese momento. Me fui a comer una super comida a una cuadra del lugar, entendieron que era vegetariano y me prepararon algo especial. Volví al couch surfing party, había unos brasileros tocando y algunas chicas bailando, me pareció mejor mirar que bailar y me fui, me tope con dos argentinas, les conté que iba a para Lapa. Tenía ganas de conocer lapa, parecía tener mucha onda. En el camino me tope con dos argentinas comprando en una feria. Es linda le dije, y rápidamente les pregunté si querían venir para Lapa conmigo, casi que me ignoraron, que molesto me resulta eso.
Llegué a Lapa en colectivo 433. Eran las 23hs aproximadamente. _Muchas mesas en la calle, mucha música en vivo al estilo peña brasilera. Muchos hombres vestidos de mujeres, muchas mujeres vestidas de objeto en alquiler. No me gustó mucho la energía de la calle. Me metí en un lugar que había una banda en vivo de samba, poca gente. Después fui a otro que era mas melódico. Lindo lugar, me puse a bailar bastante. Me sentí observado. Di unas vueltas sin mucho sentido y me fui a dormir.

1 comentario:

Brenda dijo...

qué buen relato Dari! :) me alegro que no te perdieras en la selva brasilera !!! abrazo enorem.