lunes, 6 de agosto de 2007

Algo Oscuro

Desde afuera
Ella: Linda, perfecta, segura.
Educada, correcta, centrada.
Un título profesional y un trabajo adecuado.
Tiene su auto, la ropa de moda, un pelo impecable.
Su figura deseada, belleza por naturaleza.
Una sonrisa medida, sensualidad desparramada.
Una buena familia, pudiente, de buen vivir.
Un padre perfecto, una gran esposa y madre.
No hay peleas reina una gran armonía.
Todos se reúnen en los calendarios familiares.
No hay discuciones ni malestares
Un buen novio, de una buena familia, de la religión aceptada.
Las amigas que siempre están a su lado.

Por dentro
Familia exigente.
Padre posesivo, distante. Madre ausente.
Hace años que sus padres no hacen el amor.
La madre toma alcohol a escondidas.
Su novio, la engaña cuando puede.
Nunca la hizo gozar,
termina algunos minutos antes que ella comience,
No parece importarle.
Amigas que compiten y se envidian entre ellas.

Atracones. Devora cualquier heladera a escondidas.
Luego introduce sus dedos en su garganta.
Vomita muchas cosas, se odia. Se ve gorda.
No se gusta.
Deja de alimentarse un largo tiempo.
La imagen de la perfección come su mente.
Llora por las noches, se aburre de la vida.
Tiene ataques de pánico, por momentos siente que se muere,
luego lo supera, nadie se entera.

Algo oscuro se apoderó de su mente,
Oscureció su vida, nada llegó a su interior.
Esta vacía.

Tuvo algo en mente para acabar con las exigencias.
Pastillas o un buen cuchillo.

Una tarde tuvo su último placer.
Tomó una botella de whisky de su madre, la rompió dentro de un repasador. Mezcló abudante comida con el vidrio arenizado. Devoró todo.

Hizo reventar cada uno de sus órganos del aparato digestivo.

Su cuerpo sangró por dentro.
Por afuera se veía impecable como siempre.

Prefecto por fuera, sangrando por dentro.

Una vez en el suelo, con los ojos en blanco, tembló con espasmos mientras que la sangre, rebalsó su interior. Salió de su boca. No gritó, no se quejó. Aprovechó para descargar su odio con un cuchillo rasgo su piel bruscamente. No podía perderse de ese placer.
Lentamente desparramó toda su sangre contra su perfecta casa en soledad. Su corazón no resistió más.

Solo dejó una nota: “Perdón”.

1 comentario:

joaquin dijo...

me gusto muchisimo
es un texto profundo, descarnado, excelente la escritura.Felicitaciones!!!