domingo, 5 de junio de 2016

La paz de un elefante

Así estoy hoy en un estado de calma nunca antes visto por la humanidad. Con esa comparación que no te deja ver la verdadera verdad. Porque ya estás ahí en esa paz que a las letras no agita mucho, pero que  quiero explicarme a mi mismo que sin necesitar mucho del exterior me siento mejor. Cuando me enrollo en el que dirán o que pensará de mi me veo lejos de lo que soy y siento que no puedo conmigo mismo.
Ahora salgo de todo eso y no espero nada de nadie. Esperando esperar vuelvo hacia mi como en los viejos tiempos de soledad. Escribo con los ojos entreabiertos porque abrirlos del todo me causa un poco de dolor. Este mundo trae dolor y siento que la gente quiere pelear y no agradar a todo lo que rodea. Me duele mucho mi sensibilidad esas ganas de agredir a la otra persona y agrego que no creo en nada de eso, por eso me voy por mis caminos que me llevan hasta bien arriba, veo como puedo volar no fisicamente pero si puedo elevarme. Lo sueño y lo vivo en la vida real. Salgo de los espectros ilusorios que no me dan nada. Me siento en un calorcito interno producto de la confianza de saber que eso que era para mi llegará. La gente me ama y yo amo a la gente que me rodea. Espero no herir sensibilidades pero también saber que viene con el brillo inevitablemente. Separarme de todo y unirme a todo es un estado dificil de alcanzar solo con amor.


miércoles, 17 de septiembre de 2014

arte envasada en piel

Todo envasado, agua en botellas de plástico, hombres en hogares  hermeticos, todo encuadrado. Aislándonos con el miedo como principal protagonista de nuestra soledad. Te abrazo y me empujas cómo si no te importara, otra vez voy hacia donde no hay nadie pero ahora el desierto me refleja una realidad diferente. Si tengo que navegar por el desierto disfrutaré de la arena cómo una playa sin agua. Si tengo que tener unas huellas que me sigan no perderé. Porque miro por la ventana de mi casa y escucho las risas de los que se aman y me dejan tranquilo.

Hay gente que disfruta, ahora te vas de mi vista para volver a estar en este estado de plenitud, donde puedo escribir unas letras que le sirven a los que ya no pueden respirar, pero pueden escuchar alguien que les refleja su contenido emocional e intelectual, entonces vivo con la esperanza de ser feliz hoy, sin esperar a que el lecho de mi muerte me abrace y me diga he cometido el peor de los pecados , no ser feliz. Me revolcaría en mi tumba, arrancaría devuelta a dar amor por la calle con un cartel que diga o me encerrás en un lugar adonde no te moleste o me das amor o matame. Pero no me dejes morir sin amor en mis venas. Soy eso que hago con mi sed y puedo salir de mi guarida para dar, porque dando vivo. Soy esta experiencia que se mete con lo que no conoce, salto en alto y vuelvo a caer porque puedo volar en esta vida que es mía y la comparto con todo aquel que se quiera sumar.

lunes, 30 de diciembre de 2013

Después de todo el tiempo que pasó...

Pasó mucho tiempo pero intacto. Mejor que nunca, con el tiempo que no empeorá sino que mejora las cosas. La equanimidad tan deseada del no deseo llega a mi vida, golpea la puerta, la dejo entrar y le pregunto que necesita? Nada, me responde. Estamos bien como estamos, el enojo ya no me reconoce cómo corresponsal y salgo a la calle solo cuando hace falta, no me desespero por buscar, porque estoy encontrando más de lo que me imaginaba. El amor rodea el bienestar de una vida que siempre imaginé diferente. Ahora me vuelvo hacia mi, y me entero que todo lo que yo pensaba como imposible es más factible de lo que me esperaba. Me espera la esperanza de esperar en paz. Y eso es tan gratificante que el fruncido de mi seño se libera y vuelvo a esta escritura desde el alma. No es todo tan dificil como por momentos parece. Aca estoy con el corazón brotando desde adentro. Me pregunto si la ansiedad la busco o me toma? Sí la dejo ir se va sin que la quiera volver a agarrar y yo pienso en ella, y en ella y en ella otra. En que andarán? Que vida paralela me podré haber perdido, por esta grata soledad. cómo hubiera sido ese camino? En Fin de la catarsis.

martes, 6 de agosto de 2013

Ariente unicornio guardado

Las luces estaban ideadas estratégicamente para que no cumplan su función. El saxo sonando de fondo seducía a la dama más reprimida. El orden de los ambientes demostraba un adjetivo totalmente ajeno a mí.
La ansiedad, en forma de falta de aire, gobernaba mi cuerpo. El deshabituado cigarrillo no cumplió efecto sedante alguno, sólo dejó aliento no deseado y malestar en mi cabeza. Extirpé ese olor, que me desagradó siempre en otras personas. El espejo me obligó a usar una tijera en la zona privilegiada, el bello púbico disminuye el tamaño de mi orgullo.

La anhelada visita se llama Laura. Faltan cinco minutos para que llegue a casa. Cada segundo transcurrido agudiza mi deseo. Habitualmente nos encontramos y, pocas palabras mediante, nos inundados de placer. Tenemos una gran relación sexual. Únicamente. Nadie sabe mucho del otro.
Faltando un minuto para el gran momento, la oscuridad se apoderó de mí. Ese mensaje satánico llegó a mi celular. La impunidad de esas palabras describían: "Se me complicó, lo dejamos para otra ocasión, Besos Lau".
Acaricié mi pelo exteriorizando la resignación.
Cómo explicarle lo que significaban esas palabras a mi deseoso cuerpo. Está totalmente lejos de comprender esa tecnología.
La energía de la adrenalina aún circulaba por mis avenidas con total imprudencia.
Debía descargar la angustia de la soledad.
La solución en forma de resignación no tardó en llegar.
No tuve escapatoria.
Mi pantalón fue desprendiéndose disimuladamente. Pensé engañar a mi sexo con la presencia de Laura. Definitivamente ella no se lo merecía. Fui por el camino habitual.
Mi primer video, la escena preferida, el momento adecuado. La cara de la actriz parece verídica.
La sangre comenzó a fluir por mi cuerpo con total libertad. Algunas caricias mediante ya me encontraba en mi máxima expresión.
Desplazando el video, una chica de mi trabajo se adueñó del primer plano de mi mente. Mi imaginación ahora tiene el control. La perpetua seductora salió de su escritorio y, gateando, se acercó a mí. Empujó mi pecho hacia atrás de una forma brusca pero adecuada. Logró que me relajara. Desgarró el único atuendo que cubría mi miembro. Clavó sus ojos sin ninguna timidez. Su mirada dejaba al descubierto la pasión que había dominado su sexo. Lo tomó con una mano y sonrió sin gracia. Su garganta parecía no tener fin. Me gustaba como lo hacía. No sentía sus dientes y su saliva lubricaba de manera perfecta.
En ese momento mi cuerpo se contrajo íntegramente y unos mimos internos liberaron un placer inusitado en el alma.
Mi imaginación me regaló un estallar que acompañé con un grito salvaje. Mezcla de alegría, dolor, y satisfacción. Éxtasis total en mi ser. Descargué extrema energía. Un escalofrío recorrió mi cuello. Mi piel erizó cada uno de mis bellos.
Estaba extenuado y muy relajado a su vez.
Me disponía a comer la comida que quedó de ayer.
Saqué el arroz con atún frío de la heladera. No tenía ganas de calentarlo, pensaba comer y dormir plácidamente.
En ese instante, un sonido me regaló otra "grata" sorpresa en forma de mensaje. "Listo, arreglé todo, estoy abajo, ¿me abris? Bes Lau."

"Quizás sea el momento de que hablemos un poco".

martes, 20 de marzo de 2012

Destruir el amor

El perro me pidió que lo alzara. Era realmente hermoso, marroncito con pelo muy llamativo, muy chiquito. Muy lindo y cálido y se dejaba acariciar. Yo le daba calor  y él me pidió...
Me  llevas a tu casa?
La idea produjo una sensación positva dentro mío. Me gustaba como se sentía en mis brazos. El perrito chiquito, mi casa. Compatible. Le sonreí. Estaba por aceptar.
Pero el perro no dejó de preguntar. Puedo ir a tu casa? Por favor, llevame a tu casa. Ya lo había aceptado pero la insistencia me hizo dudar. Siguió indagando. Me llevas a tu casa?
A medida que preguntaba, sus colmillos crecían lentamente. Sus dientes salían de su boca. Y seguía preguntando y seguía deformando su cara. Lentamente, luego rápidamente. Yo lo miraba asombrado. Desesperado sin darse cuenta lo qué estaba pasando. Los dientes se prologaron de una medida que sobrepasaba su boca, doblándose y tocando mi entrebrazos. Sus colmillos clavaron sobre mi piel. El perrito no podía controlar cómo sus dientes crecían y yo observaba que, rápidamente, se clavaban sobre mi piel formando  parte de mí. Se metieron dentro mis brazos. 

sábado, 17 de marzo de 2012

Berlin contentamiento con el querido Gurú

Salimos del ashram todos los Argentinos juntos. Yo no tenía el pasaje de Oppenau a Berlin. Otra chica que conocía Berlin me dijo que no pasaba nada. Nos llevaron en una combi hasta Oppenau. Un poco de histeria argentina que no llegabamos, en verdad, estabamos apretados de tiempo. En la terminal intentamos sacar el pasaje para, al final, no sacarlo. En el tren estaba sin boleto lo cual no me dejaba muy tranquilo. Sin embargo la chica que estaba conmigo sin pasaje, Paula, me decía... No pasa nada... tranquilizaba. Hicimos alrededor de una hora de tren. En el camino los instructores más antiguos recordaban frases que había dicho el gurú. Me sorprendía la capacidad de reproducir sus palabras y la forma de expresarlo con asombro y claridad. Llegamos a una combinación. En Alemania es muy común las combianciones de tren. Sacamos un pasaje desde el lugar donde estábamos hasta berlin. Costó lo mismo que desde el principio. La porteñada no sirvió de nada. 130 euros.
Tomamos el tren hasta Berlin. Algunos eligieron "confundirse" e irse a primera clase. Yo me fui para atrás, no quería ser molestado por el guardia en el medio de mi siesta. Eran 6 horas desde Frankfurt hasta Berlin. Me senté delante de unas chicas que iban para Tailandia. Una hablaba español, me gustaba hablar con gente extra arte de vivir. Me contó que su papa vivía en Argentina y que ella iba seguido. Me aburrí y me di vuelta para dormir. Escribí un poco, mientras que observaba la ratita, de la chica chiquita que estaba a mi izquierda era casi un muñequito viviente. Simpática, pero me vinieron dudas. Comerá esa chica carne? Le gustará a la ratita como juegan con ella? Jugó un poquito con ella y la guardó en la jaula. Que vida desdichada, juegan con vos y te guardan para más tarde en una jaula para cuando tengas ganas de volver a jugar con vos. Me quedé dormido. Tenía miedo de babear asi que tragué saliva con mi último rastro de conciencia. Llegamos a Berlin.
 De la estación al hotel teníamos 20 o 30 minutos. Fueron algunos en taxi con las valijas y otros caminando. Yo fui caminando y con la mochila. No me molestaba. En el viaje hablamos de Barcelona con Sofía. Me contaban que no era nada fácil armar cursos allá. Y experiencias varias. Llega un punto que la experiencia sirve pero otro no. Cómo mirar a otros artistas de un ramo para inspirarte. Está bueno ser original. Llegamos al hotel. Era 5 estrellas, Maritym. Un lujo total. Ahí era el parte 3 con Guruji. Me dijeron que costaba 300 euros y me decidí a tomar el curso Parte 3. Hasta el momento no había gastado nada en europa y me daban las comidas y el hospedaje por lo que era una gran oportunidad.
Me encontré con Tomy, una gran alegría verlo. Nos fuimos a ver, donde yo me que quedaría. Bea me había arreglado para que me quede en la sede me dieron el piso de arriba de un pequeño loft que pertenecía a la sede. Muy contento estaba. Dejé mi mochila. Santiago me había acompañado para enseñarme todo. Le agradecí, buena onda de Santi. Fuimos a comer con Tomy un falafel. Le pregunté si sabía que hora era. Ya era de noche. Cuando le dije que eran 16:30hs, le encantó. Me encanta la noche, me dijo, podría vivir aca. Nos encontramos con una argentina en un bar. Le preguntamos que hacía ahí y respondía con monosílabos. Que bueno que es de noche le dijo Tomy. Eso es una cagada, le respondió la chica cero onda. Bueno chau le dijimos. Todos los días ves un argentino, flaca? También nos encontramos con Pau una chica teacher argentina, divina. Se iba a dar cursos a México después.
Al final comimos en una china unos fideos. Muy simpática. No hablaba ingles pero nos entendimos. Nada de carne le repetía yo. Nos hacíamos chistes, porque yo desconfiaba que tenia carne y ella me decía que no. Le pedí queso rallado y pan. Olvidate, me dijo en chino.  Vino un hombre de panza y barba canosa. Se nos quedó parado atrás nuestro sin pedir nada. Nos dijo Argentino? Uh, la 39… no entendíamos... Tomy entendió, la Pistola? Muy buena,dijo él… nos matamos de risa con tomy y pau. Tomy sabía de armas yo no tenía idea. Pero el tipo no hablaba inglés. Solamente repetía. 39 si muy buena. Sí, sí, choborra. Aunque parezca infantil es divertido bardear a otra persona que no entiende con una sonrisa en la cara como que sos gentil. La china también se reía.
Volvimos para el hotel. Los padres de tomy me prestaron plata. 200 euros para pagar el curso. Genial, aliviado. Me dieron una pulserita de pertenecer y unos vales para aguas y tes, alrededor de 20. Estaba realmente contento de poder hacer un parte 3. Mi cara tenía rastros de cansacio, le costaba dibujar la sonrisa. Me encontré con Nico y María, me costó ser símpatico, así que solamente fui yo. Nico me dijo que tenía cara de cansado. Mi cara mostraba un rácimo de mi gran cansancio. Me encontré con la chica con la que habíamos armado proyecto de Berlin y Barcelona. Me había olvidado de ella. Había habido cosas que ya me habían hecho ruido. Falta de sintonía. Ah que bueno que viniste vas a hacer el curso, le pregunté. No tenía plata y no tenía lugar adonde quedarse. Me parece que no nos vamos a casar, le dije y me desligué del tema. El brasilero amigo, Roani(que se pronunciaba, para mi, jony, aunque siempre me corregía) , la invitó a dormir a su hostel o algo similar. Charla de Guruji inicial. Me sorprendía entender completamente el Inglés de sri sri Ravi Shankar. Eran todas palabras conocidas. Me sentí bien. Al concluir la charla comenzamos a cantar bhajans. Y estaba muy contento de mañana empezar un Parte 3 con él. Así que me puse a bailar, a lo que Lola me dice, no deberías estar bailando, es una charla protocolar esta. Hay mucha gente que no es del arte de vivir. Ella estaba sentada así que para escucharla me senté. Pero ni bien terminó de darme el sermón y seguí bailando solo, pero contento. Al rato el resto más gente se paró y comenzó a bailar también. Terminó la charla y fuimos a todos los Argentinos una cena. Eramos 30 mas o menos en Berlin. Compartí un sanguché con Vero, me invitó ella. Yo le dí una bebida. Vero estaba con su novio por lo que estaba un poquito más lejana, normal.
Me fui a dormir temprano, saludé a todos y me fui a dormir a la sede del Arte de Vivir de Berlin. Era el único que dormía en la sede. Me sentía privilegiado total. Lo único era que sonaba el timbre para abrir el portón. La sede estaba ubicada en un complejo de monoblocks pero con una arquitectura antigua y una fuente en el medio. Mucho verde natural en el patio. Para entrar al complejo había un timbre que daba a la sede. Había mucha gente del arte de vivir viviendo en el edificio. El arte de vivir tiene algunos departamentos. Pagaban 10 euros por noche. Yo estaba invitado, arreglos de Bea. El timbre dejó de sonar cuando ya me empezaba a fastidiar y dormí plácidamente sobre una cama que eran almohadones grandes.
La mañana siguiente el cuello me recordaba que no dormí en una cama. Caminamos hasta el hotel Marytim donde era el curso a 2 cuadras de la sede. Hicimos Yoga por la mañana y luego buscamos el desayuno que no estaba en el hotel. Fuimos a la Sede y estaba ahí super desayuno. Me advertí de no comer mucho para poder meditar bien
 Comencé el curso muy feliz. El curso fue un lujo total. Pedí en recepción un auricular con traductor por 30 euros. No lo usé nunca. Entendía todo, al final del día lo devolví y me devolvieron el dinero. Las meditaciones eran muy profundas. Las que guiaba Guruji me costaba ir para adentro, tenía ganas de abrir los ojos y verlo. Me divertía porque quizás no solo guiaba meditaciones Ravi Shankar sino que también guiaba yoga. O se divertía guiando, meditaciones con sonidos, meditaciones con los ojos abiertos. Yo me quedaba con los ojos abiertos a veces admirandolo, en lugar de meditar. Me escribí en un cartelito que indicaba mi nombre “In silence” en inglés y en Alemán. Pensando ilusoriamente que debería usarlo en la calles de Berlín. Imaginaba a la gente queriéndome hablar y yo mostrando el cartel, orgulloso. Nada de eso pasó, la distancia en Berlín entre las personas es grande. En los intervalos del curso usaba los recursos del Hotel. Pileta, spa, Sauna, Baño Finlandés y Gimnasio. Los europeos no usaban ropa para todas estas cosas de saunas y baños finlandeses. Yo no podía evitar mirar, me sentía menos evolucionado que ellos y además usaba traje de baño, me daba vergüenza por el resto de los argentinos, sino lo hubiera hecho.

 El último día, Guruji nos hizo poner en fila a cada uno de los participantes y pasaba con cada uno(200) para que le hiciéramos una pregunta, si queríamos. Un par de segundos antes que venga conmigo, mi corazón se agitó un poco. Llegó y le conté que iba a dar cursos en Barcelona después. Sí, sí me dijo “hay que organizarlos”, me dijo. Se alejó un poco. Creo que me acerqué mucho y que no me tapé la boca al hablarle. En un principio, me quedé mal que se me haya alejado un poco cuando yo me acerqué. Mi mente empezó a juzgar primero a él. Después a mi, pensé que tenía la ropa sucia y pensé de más. Lo cierto es que al instante comenzó en mí una sensación de centradez impresionante. De toma de distancia y de observar los sentidos en lugar de los objetos de los sentidos, era todo muy práctico, esa teoría que el daba. Era una sensación nueva y no podía llegar a disfrutarla del todo porque quería no perderla.
Los satsang fueron enormes, fueron 6 días de silencio reparador. Al terminar pasé al frente y le agradecí delante de todos a todos y comenté que iba a dar un curso a Barcelona que si conocían a alguien me avisaran.
 Por las mañanas al estar yo en la sede. Era quien organizaba el Sadhana(prácticas espirituales), le pedía a alguien que me ayudé a guiarlo ya que me complicaba guiarlo en Inglés, así que le pedía a mi amiga, con la que habíamos programado ir a Barcelona que era de Nueva York con el idioma. En el curso todos los que no paraban en el hotel hacían el sadhana en la Sede y después nos juntábamos en el Hotel. No todos venían al yoga de la mañana.

Volví a hablar paulatinamente. A veces con gente que me interesaba cuando estaba en silencio, otras charlas sin sentido. A la sede vino una Rusa que parecía muy interesante dijo que le reglaron algo y que se lo dejaron en la sede. Era el novio, que vivía en otro país. Eran rosas. Creo que esperaba algo más material. Después me lo confirmó “me gusta el dinero” me dijo. La ayudé a llevar la caja desde la sede hasta el hotel, 2 cuadrsa. Tenía una belleza muy llamativa. Me hacía todas preguntas acerca del dinero. Cuanto costó el viaje, creo que llegó a preguntarme cuanto cobraba. Y vos? le pregunté.

 Terminó el curso sacamos el pasaje a Barcelona con Tomy, se acercó otra vez la chica que habíamos arreglado ir a Barcelona. Le dije cuanto valía y se alejó nuevamente. Pagamos el doble por sacarlo a último momento. Esa noche salimos por Berlín. Llegamos a un shopping sin techo, como un centro de Sony. Muy impactante. A la noche hacia un frío espelugnante. A tomy que es medio salvaje, no le importa nada. Yo entraba a los cafés para cambiar el clima por unos segundos y salía nuevamente. Tomy volvió al hotel se encontraba con sus Padres a las 22am. Después nos encontrábamos para salir.
Pero yo me fui para la sede, me acosté en la cama. En la sede estaba otra Rusa con la que habíamos hablado después del curso y nos conocíamos del Ashram. Una rubiecita chiquita divina. Estaba con poca ropa y se cubría tímidamente para que no se le notara nada. No estaba cómoda conmigo, no daba dormir tan cerca en la sede. Así que me fui a dormir a la sala donde se daba curso. En un yoga Mat.
 A la mañana siguiente fuimos con Roani, Pau, Pato y Cristián a desayunar. Salimos. Luego me avisó tomy que había sacado para otra hora y nos fuimos con Patri Olmo hacia Barcelona. Tomamos un bus,  me fue mostrando Berlín. Me mostró el parlamento que tenía un diseño muy particular. Los funcionarios estaban abajo y por encima había cúpula de Cristal. El concepto era que la gente podía caminar y ver todo y que los ciudadanos estaban por encima del parlamento. Me mostró un cementerio de grande y algunas cosas más que no me llamaron la atención.
 Me fui de Berlín, con un espacio interior más grande. Linda ciudad, fría. Contento conmigo por el camino que estaba tomando. Saber estar en el camino correcto, me daba una paz que saciaba cualquier sed. Contentamiento total

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jueves, 9 de febrero de 2012

mail enviado desde el ashram

Hola! Aca estamos en Selva negra, Frankfurt, hay nieve afuera, y mucho calor adentro. Estamos en el medio, arriba de una montaña todas nevadas, con un paisaje de postal. De no creer. El frio no se sienteLa casa es hermosa, estamos hiper cómodos. Todo funciona perfecto.
El otro dia fuimos a caminar con Guruji por la nieve. Estuvo genial eramos poquitos, tipo 10 personas. Estaban todos en curso y guruji salio a caminar, yo sali con el delantal. Me da verguenza igual hablar con el.
Les paso un paso un doc del satsang de guruji en Navidad, esta tan lindo, hiper jugueton y divertido.
Hoy tuvimos reunión de Argentino. Escuchó a cada uno de nosotros y le daba una galletita después para que nos vayamos contentos. Dice que habla de nosotros, al menos una vez por semana. Esta muy contento con los Argentinos. Cada uno le dio algo, sole le dio el libro de ella y la agenda, le contaron de Villa langostura, de huertas, yo le di el CD de Bhajans de Berna y lucky. También una carta y un pedido para una parejita que quiere quedar embarazados y les esta costando un poquito.
Y le dije que lo amaba.

Estaba muy atento a todos... muy lindo

Estamos en una atmosfera de amor que no se puede creer. En lo personal estoy haciendo servicio en la cocina, con Vero Ruiz. Una experiencia unica, es estar al 100%, sin pensamientos, solo con las tareas. También cantamos a veces.. Hoy tuvimos reunion de agradecimiento y nos dieron un regalo a cada uno. Guruji viene a vistarnos una vez por día a la cocina y una vez por día guia una meditación y después el satsang

Si quieren pasenle este mail a todos los que consideren apropiados...
(si tomaste un curso conmigo y queres mandarle al resto de los que tomaron me haces un favor!)

Me voy a dormir que son las 2334 y arrancamos a las 6am para hacer nuestras practicas y despues viene el servicio con todo.

Lleno de Amor,
Darío


Le regalaron un gorro de Navidad que movía el pompón y ponìa una música. Se cruzaba de brazos y nos miraba a todos. Muy gracioso.

Tomó unos anteojos de sol con forma de corazón en cada ojo.

Se puede mirar la vida a través del corazón o de la cabeza. En la cabeza te quedas atascado, en la otra aceptás y creces. De todas formas, tenemos que balancear. El camino espiritual es un balance entre la cabeza y el corazón. Un poco de cada uno.

Hoy van a hablar ustedes que pueden(todavía no habían comenzado el silencio) mañana hablo yo.

Guruji, si en la espritualidad se habla de ir para adentro, por qué estás aquí hoy?
La espiritualidad no es ir solo para adentro, lo que pasa adentro también pasa afuera.
Es todo lo mismo, adentro afuera.

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Guruji, por que los cursos son tan caros?
Sigue profundizando en el tema.

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Guruji que pasará con el 2012?
Nada, será un año hermoso. La crisis de Europa pasará, solamente es para que algunas
personas con intereses exclusivamente personales aprendan.

Nombro Beatriz Goyoaga, dijo que esta haciendo un estupendo trabajo con políticos, en
México. También nombró a una ministra de un País que no entendí que estaba ahí en el
Satsang y que es instructora del arte de vivir.


Debemos poner la plata en un banco o comprar una casa?
No tienen que comprar propiedades, simplemente confíen, todo va a resurgir.

Guruji, por que no tienes un cd tuyo? Es realmente pacificador como nunca cuando
escucho tu voz al final del kriya
Hay otros cd de otros cantantes, no quiero que me tengan en todos lados, Guruji
charlas, Guruji cantando, guruji Yoga. Dejo que otros también participen, asi es…
También cocino bien, no me van a pedir que cocine para todos también, no?


Guruji, vos armaste todo esto de AOL internacional, ahora, podrías cocinarnos para
todos, al menos una vez?
Yo cocino pero en otra forma.
De todas formas, Al otro día vino a la cocina y estuvo con nostros (yo estoy
haciendo seva en la cocina)

Si tenemos que estar huecos y vacíos para que tenemos que leer conocimiento?
Es para estar huecos y vacíos. Veamos algún ejemplo. Para que usar el jabón si te
lo vas a quitar. Es para estar limpio. Para que subes al colectivo si te vas a bajar. Es lo mismo.

Guruji, por qué la gente toma el curso y después no continúa en el arte de vivir?
Porque se sienten llenos después de tomar el curso, es como cuando recién terminas
de comer. No querés volver a comer. Pero después vuelven, quizás 10 años o quien
sabe… no te preocupes por eso.

26-12-2011
Guio una meditación con los ojos abiertos.
El objetivo es de ir del objeto de los sentidos a los sentidos. De lo que estas viendo al
que está viendo.
Meditaciòn –
Podemos ir por la vida así observándonos, siendo el “que ve” en lugar de lo que estoy
viendo. Retraernos un poquito.

domingo, 5 de febrero de 2012

Cocinando en casa lejos

El primer día de servicio en el ashram empezó temprano haciendo mis prácticas con la gente que estaba tomando el curso. Hicimos mucho Yoga, unas respiraciones pero no hicimos la respiración principal, sudarshan kriya. Ellos harían a la tarde el Sudarshan Kriya largo y yo estaría trabajando. Entonces, me fui a mi habitación a “respirar”. Estaba un poco resfriado al terminar mi salud estaba mucho mejor.
Entonces bajé y desayuné con todos. Entonces Santiago, un instructor experimentado argentino me dijo, “Hacé buena la letra al principio. Dejá una buena imagen y después te relajas”. Siempre escucho mucho a Santiago. Entonces le pregunté a Lucía en que podía ayudarla y me dijo “desayunaste?”. “No, entonces desayuná y después vení a verme”. Desayuné cereales, con jugo de naranja. Frutas y Tostadas. Me alisté con lucía que me envío a la cocina… Estaba contento de cocinar. Le dije a Vero si quería hacer ese Seva también, me parecía que estaba bueno . Vero no estaba tan contenta como yo pero vino a la cocina.
Cristina era la encargada de la cocina. Giorgio, el cocinero. Supuse que Cristina estaba para amortiguar el humor de Giorgió. Hacían buena dupla.
Comencé cortar tomates. Raramente Cristina dijo que los buenos tomates iban para la Salsa y los malos para la ensalada. Yo no podía creerlo lo que mis compañeros me decían. Ya comencé a cuestionar a la autoridad. Estás segura que los buenos son para la salsa y los malos para la ensalada, se van a ver… Sísí segura… Cosa de italianos, pensé.
Al rato, la charla con el resto del equipo de tomates era divertida. Me hablaban de fútbol, de mujeres y de cosas similares. Le pregunté a uno de los hombres por su familia. Me dijo que nunca se casó y nunca tuvo hijos. Creo que mi pregunta no fue tan bien recibida, pero era solo una pregunta. Para descomprimir volví a repetir. Los buenos para la salsa y los malos para la ensalada, no?
Cocinábamos para 300 personas, así que la cantidad de tomates era grande, algo así como dos cajones de tomates para la ensalada y dos para la salsa.
Los tomates eran para la noche. No había apuro. Los chicos eran del curso. Estuvieron una hora y se fueron. Entonces viene Cristina y me dice, son las 10 deberías ir para el curso. No, me quedo, no hago el curso. Se puso muy contenta con un gran festejo, bien italiano. Era muy simpática.
Entonces me pusieron a cortar algo así como hojas de pino. Vas a ser el encargado de esto. Estaba totalmente enfocado en mi tarea. Los pensamintos se redujeron al mínimo. Estaba haciendo la tarea al 100%, mucha armonía. Cortaba las hojas en chiquito, cuando al lado vino una chica de Bulgaria, "a ayudarme". Yo ponía las hojitas que estaban listas… y ellas las sacaba y las cortaba más chiquita, estilo orégano. Yo las cortaba casi estilo ensalada. Ella se enojaba mucho. Yo le digo no tenes que enojarte. Estoy aprendiendo. What? Me dijo sacada… Nada, le dije. Que haga lo que quiera, la cuestión es que yo no pensaba perder mi armonía.
A las 13hs terminaba, podíamos almorzar hasta las 15hs. Almorcé, identificaba cosas que había cocinado con mucho orgullo, y me dormí una siesta hasta las 15hs. Volvimos a cocinar toda la tarde hasta las 18 que salían del curso. Pusieron música hindú. La mayoría de los sevas eran Indios. Algunos venían un rato y se iban. Con Vero nos tomabamos Breaks para té, mezclados con breaks para baños. Charlabamos mucho. De todas formas yo estaba contento con mi seva.
A la noche vino el gurú al Satsang. Estaba realmente contento. Fue un satsang hermoso de Navidad. Estaba muy jugueton y divertido. Le regalaron un gorrito de navidad que se movía con la música. Dijo que este año era de dicha y demases. Fue hermoso. Cantamos un rato.
Los días en el ashram transcurrieron elevándome. Mucha observación. Una vez por día Guruji paseaba por la cocina. Yo sentía que la venía a bendecir pero simplemente la miraba y opinaba. De repente decía, a esto le falta un poquito de color. Generalmente, simplemente paseaba y Giorgio le iba contando y él asentía sonriente. Nos miraba a todos los de la cocina. Había “un seva” que hacía 20 años estaba en la fundación. Guruji lo abrazaba o le hacía bromas a él.
Me hice amigos en la cocina, la mayoría mujeres. Los hombres venían a hablarme porque estaba con Vero(tiene una belleza muy especial) y terminaban pidiéndole el mail a ella. Vero me celaba jugando cuando me hacía una amiga nueva. Terminé siendo muy amigo de la chica de Bulgaria. Con otra chica de Bulgaria, que estaba siempre lavando en la cocina, también nos llevábamos muy bien. Pasaba y me decía Dário. Quería saber mi nombre y nunca le salía bien. Usaba anteojos y rulos. Era instructora de un proceso de vidas pasadas, me pareció muy joven para dar ese proceso.
El tiempo transcurrió en el ashram. Pude observar mi relación con la autoridad. Mis pensamientos con el trabajo. Mi relación con las personas. Mi relación con mi maestro. Y muchas experiencias inexplicables.
Meditabamos con Guruji al mediodía, nos visitaba dos veces por día en la cocina y a veces salíamos a caminar con él. Estaban todos en curso así que eramos poquitos.
El lugar era en medio de una super montaña con nieve. El ashram era realmente un paraíso. Todo de madera. Con las diferentes secciones. El mercadito podías comprar las mejores mercaderías todas en inglés o en alemán. Tenías todo lo que necesitabas y mucho más también. Gente de cualquier lugar del mundo, como una villa olímpica. Con mucha nieve afuera y frío. Pero mucho calor y amor adentro. Todo muy perfecto también. Me acuerdo que un día no estaba bien separada la basura de lo que es papel, comida y plásticos. Y nos reunieron a todos los de la cocina para explicarnos. Giorgio me dijo que yo lo corrigiera. Me tenía de hijo para las tareas duras.
En un momento estaba amasando pizzas y me dice “te lavaste las manos?” “Sí, claro” le respondí sin pensarlo y me dijo igual no quiero que estés acá porque haces reír a todo el mundo y necesitamos estar tranquilos. No es un reto, pero necesitamos esto ahora. Lo miré y pensé en decirle que lo que me decía era muy poco arte de vivir... pero lo miré a los ojos y me fui cabeza abajo. Me sentía despedido de mi trabajo. Entonces me fui del ashram y justo salió a caminar Gurúji y cuando llegué me hacé “oooohhh” una sonrisa enorme y se rié y se me queda mirando. Hasta ahora no me había dicho nada nunca. Pero me miró y me dijo eso y se me fue todo mi malestar.
Después me sentía tan en confianza que le ofrecí mi gorra para el pelo me dijo que no… Otra vez mal. Claramente estaba trabajando el punto de no ser la pelota de opinión de los demás.
Entonces continuaron los días. Por las noches fiesta después del satsang, bailes. Por el día arduo trabajo. En un momento me enfermé y me imaginaba “uf Alemania, trabajo”. Me iban a decir trabaja igual. Sin embargo, me mimaron. Me dieron unas hiervas, un te chai y me dijeron que descanse. Me había olvidado por momentos que estaba en casa.
Debía irme el 2 de enero para Berlín. Pero el 31 de Diciembre no me dejaron ir a ver el Guru a una meditación de las 3 que dio en el día, no era grave, pero la verdad que estaba cansado y quería irme con todos los argentinos. Hablé con Lucía, pensaba que me iba a decir que no, que ya me había comprometido y toda la perolata esa. Le pedí si podía irme antes me dijo que no había problema. Otra vez la realidad era mejor que mis pensamientos, estaba en casa.
El 31 entonces estaba realmente contento de terminar con el Servicio y de ir para Berlin. Vino mucha gente, yo el 30 hice de acomodador de autos. El 31 hicimos las camas y las habitaciones de los que se estaban yendo. Fuimos a otro mini ashram que había cerca también a hacer cama. Trabajé con una hindú que era muy inteligente. La tenía mucho más clara que yo con eso de las camas.
Nos estábamos despidiendo la búlgara que se enojó porque cortaba mal los pinos, me regaló una super bufanda de todos los colores. Le debe haber costado darme eso por lo que lo valoré aún más. No le di nada a cambió, simplemente mi agradeciemiento
El 31 a la noche fue puro festejo.

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El gurú dio una charla de lujo. Después hicimos un brindis entre todos los argentinos. Eramos como 30. Beatriz, pidió que cada uno diga unas palabras. Había lindos brindis. Algunos brindaban porque Cristina conozca al Guru en el 2012. Porque todos vivamos en el amor. Otros brindis más misticos “poder dejar el amor terrenal y elevarnos al amor divino”, que será eso me preguntaba… no es todo lo mismo? Yo brindé por que no había otro momento, ni otro lugar con la que quiera estar en ese momento.
Había arreglado con una chica de Estados unidos, que le traducía las preguntas a Guruji, me parecía realmente linda que se venía a Berlin conmigo, después que venía a Barcelona también. Lo proponíamos entre los dos apoyándonos el entusiasmo. Casi que arreglamos la vida juntos. Cosas que la atmosfera del amor hacía. Le pregunté a Bea si ella podía venir a la sede de España conmigo y me dijo que Guruji le había dicho a ella que se quede en el Ashram, y yo le dije que ella quería venir. Ok, me dijo Bea con cara de complice.
Después fiesta y baile, comenzada por los argentinos.
Al otro día dejé el Ashram, la saludé a Lucía, a mi jefa, todo bien pero me alegraba no volver a verla. Saludé a muchas personas que conocí en esos 7 días. Gente alucinante, gente que se superaba a sí mismo. Algunos que parecían no adquirir nada de conocimiento. Algunos como yo que vivimos aprendiendo, pura observación.
Estar cerca del gurú es una de las bendiciones más grandes que pude tener. Me fui emocionado, miré atrás al ashram y me despedí por dentro.

lunes, 16 de enero de 2012

Un largo camino a Bad Antagost

En el aeropuerto tenía un rato libre. Así que iba a aprovechar para imprimir invitaciones y demases que puedan pedir en Alemania. Pregunté si había Internet, era Wifi y tenía que pagar 20 reales. Quería cambiar mis reales y comer así que lo descarté.
Comí algo y escribí bastante. Parte de esto. Parte de sentimientos internos en mi cuaderno. Parte del aire.
Mi avión despegó, al lado mío una brasilera que iba a visitar a su novio en Frankfurt. Cada uno, una historia. La brasilera estaba copada. Hablaba un poco de español, pero nos comunicamos mejor en Inglés. En el avión podías elegir películas y series, así que comentábamos lo que pensábamos de cada una… Los pitufos, Los smurfis en portugés… En fin, comí mi comida vegetariana(me enojó un poco que tuve que avisarles que era vegetariano, aunque ya lo había hecho en el checkin y que me lo trajeron último, exigencias superfluas). Dormimos, nos apoyábamos hombro con hombro con la brasilera. Estuve con ganas de apoyar mi cabeza sobre su hombro pero me pareció mucho.
Llegamos rápidamente. Y me alteré porque el avión llegó más tarde de lo esperado y yo tenía mi pasaje de tren en 1 hora y media. Al bajar del tren, nos saludamos con la brasilera a distancia. Nunca más te veré.
Estaba haciendo la cola de migraciones y comencé a sentir nervios, porque el tipo hacía preguntas de todo tipo. Uh, comencé a presentir algo no bueno. Ya que pedía hospedajes y esas cosas. Yo ni siquiera tenía dirección del Ashram, ni hoteles, nada. Únicamente la impresión del tren que me llevaba a Oppenau. Ahí llamaría al ashram desde un locutorio con internet y me pasarían a buscar.
El tema es que le entregué el papel del tren que era lo único que tenía y lo tiró a un lado como que no valía nada. Vas a ver a Ravi Shankar, Tenés el teléfono de él. Cómo explicarle que era un gurú y qué es un ashram, y que él no me espera a mí sino que yo lo espero a él. Se complicó.
A la comisiaría interna. Me mantienen detenido, un rato para averiguar sobre mi pasaporte. El tipo miraba el pasaporte con lupa. El tiempo pasaba… ya descartaba mi tren ahora quería entrar y no volver a Brasil tan pronto.
Venían muchos sudamericanos a la comisaría. Chilenos y argentinos sobre todos. Cada uno con su historia, pero todos tenían mejor historia que la mía. Ah, que la espera su amiga afuera, llámela. Que viene a lo de su hermana… etc.
Le expliqué cada detalle de mi viaje a un tipo que hablaba español. Me pidió pruebas y les dije que las tenía en mi mail. Me pidió la página, le digo gmail.com… no entendía nada. Buscó a Ravi Shankar en Internet y me detuvieron una hora más y me dejaron ir. Entonces le empecé a preguntar en Inglés como llegar al tren. Ah, hablás inglés, no sabía, hubiera dejado irte antes. No me preguntaste, cabezón; y me hiciste perder el tren.
Eran las 16:30 y fui a la terminal de tren del aeropuerto, tenía que ir hasta la terminal principal. Estaba en Alemania, hacía frío y era de noche, creo que mi ser no entendía lo que los sentidos le desplegaban. Tanto cambio repentino. Estaba un poco solo y desolado. Le pregunté a un tipo con bigotes con una cerveza si llegaba a las 16:50hs. a mi tren desde estación central. Me dijo que no, porque le próximo tren a la estación venía 1647 y tardaba 5 minutos. Ok, igual a esa altura ya no me importaba.
El tipo no paraba de hablarme. Cómo explicarle que viví una situación tensionante y que necesitaba descansar y mirar el paisaje. Retiré mi sentido del oído y solamente veía como sus labios se movían a veces mientras miraba el paisaje. De todas formas me ayudaba y me guiaba detalladamente. Lo bueno era que el flaco no chequeaba mi atención con preguntas. Así que lo dejaba hablar, creo que era algo del futbol y de los subtes, en fin,El paisaje era alucianante, pero medio espelugnante, porque era de noche y era muy temprano y con mucho frío. No tenía frío pero hacía frio. Estaba con jean, no me había cambiado con ropa de ceros grados todavía.
No llegué nunca a mi tren. Al entrar a la oficina de mi compañía, había un italiano, haciendo mucho lío. Navidad, decía! Sos una hipócrita. Vinieron 6 personas de seguridad que le llevaban 2 cabezas o tres y él les amagó a pegarles. Muy cerca y lo tomaron de la mano y dijo. No tocar. Hay cámaras. Filme, movie… todo a los gritos muy italiano y los de seguridad lo soltaron. Si hubiera estado de mejor humor me hubiera reido, ahora solo sonreía. El italiando, en verdad conocía sus derechos o parecía eso.
Lo mío fue mucho más tranqui. Pero me dijeron que ya no quedaban trenes… es decir que pasaría mis navidades lejos, en Frankfurt y solo. La idea me ponía triste. Pensé en decirles hipócritas lo de la navidad y todo eso. Pero solamente me fui al anden, sin agradecer. Penelope, estaba triste.
Tiene que haber una solución, ni siquiera sabía donde quedaba el lugar adonde tenía que ir. No había internet en la estación de tren. Me compré un dulce. Y relajé un poco.
Ok, decidí sacarme un tren hacia un lugar camino al mío en la que tenía una parada. Era a media hora de tren de mi última parada.
Tomé el tren. Tuve que hacer una combinación. Preguntaba a la gente que estaba cada uno en la suya. Me bajé de mi primer tren y tomé otro. En la combinación vino mi ángel.
Un señor mirando un mapa, le conté toda mi situación. Tenía su Iphone con él. Buscamos primero Oppenau, a qué distancia estábamos. Eran unos 30 kilómetros en taxi unos 60 euros. Pero fui un poquito más y le pedí que busque el ashram(casa del maestro) en internet. Lo encontramos y encontramos el télefono. Llamó él sin que le pidiera y habló en alemán. Estaba realmente aliviado. Me venían a buscar desde el Ashram, hacia donde llegaba yo. Offenburg. Qué alivio. Ya estaba todo solucionado, escribí la dirección del ashram, le agradecí, casi lloro. El estaba contento también llamó a sus padres y a un amigo de Argentina pero no pudo comunicarse con él. Llamó a su casa y yo hablé pero me pasaron su celular pero tampoco pude comunicarme.
Entonces, llegamos a Offenburg, le agradecí con un gran abrazo. Era una persona grande, le pedí su Facebook. Nunca lo agregué, pero era una persona encantador con un gran servicio. La piel muy clara, el pelo blanco ojos celestes, de unos 60 años.
Llegué a Offenburg a las 19:30hs, me quedé ahí hasta las 20:30hs que pasaban a buscarme. Tenía una hora en auto la gente desde el ashram. Era muy de noche. Entré a un restaurante, que no hablaban inglés. Le pedí una comida vegetariana, nos entendimos. Me dio algo similar a un sanguche, llenos de vegetales adentro, por 4 euros. Me fui rápido a la estación por si llegaban antes y me quedé en un lugar cerrado para no tener frío. Pregunté si esa era la entrada principal y me dijeron que sí. Esperaba que me encontraran. Se hicieron las 21hs. Había corridas de repente entraban unos chicos, no tan chicos. Al rato pasaba la policía. Me miraban todos. No estaba nada cómodo. Salí de la estación, quería ver que pasaba, por qué no pasaban por mí. Encontré un teléfono y llamé al ashram. No sabían que había pasado les comenté el lugar adonde estaba. Por fin llegaron 21:30. Yo estaba con una foto de guruji. Así que me vieron y se rieron. Eran dos. Uno que hablaba muchísimo, Indra se llamaba, y me comentó que pensó que está parte estaba cerrada que habían venido a buscarme pero no me habían encontrado.
Entré a al combi y el otro chico que habían buscado puso unos bhajans conocidos. Hablamos un rato y teníamos que esperar a dos personas más que estaban llegando a offenburgo. No era el único entonces. El de la combi, trajo una pizza y me convido una porción. Viajamos, entramos a unas montañas y comenzamos a subir. Estabamos un gran lugar y llegamos al ashram en el medio de la montaña. Yo estaba cansado. Le dimos 5 euros cada uno. A mi me dio vergüenza un poco, creía que valía más pero fue lo que pidió.
Entré al ashram dejé mi bolso en la recepción y comencé a encontrar caras conocidas. Me abracé con algunos más que con otros. Santi me hizo registrarme. Me pidieron que hablé con Lucía quien iba a ser mi Jefa para hacer servicio en el Ashram. Yo estaba realmente cansado. Hablé con Lucía, no me cayó mal para ser jefa. Me dijo que mañana podía evitar hacer las prácticas y desayunar y juntarme con ella. Me encontré con Vero, una amiga. Nos dimos un fuerte abrazo. Abajo me dieron de comer un sopa. Vero me tradujo lo que me había dicho Lucía, que duermas porque el laburo es agotador. Ella estaba haciendo seva(servicio). Yo no estaba pagando nada en un lugar que era un lujo total, no me quejaba.
Se hicieron las 24hs navidad. No pasó nada. Vino Gian, una sonrisa con corazón caminando. Le dio un regalito a cada una de las chicas que estaba cenando conmigo. Vero y Debi. Yo estaba con ellas y creo que ligué regalo no planeado por él. Una foto de Guruji y un baghabad gita. Wow. Que buen regalo de navidad. A dormir.
Me ubiqué en mi habitación. Era tarde ya, alrededor de las 23hs. Compartía habitación con 2 hindúes, me dijeron sus nombres. Sus nombres no llegaron hasta mis oídos. Iban a ser un lindo seva, cuidar al guru, que nadie entré a su habitación. Yo los elogié y ellos estaban contentos.
La habitación era en un sótano, no teníamos camas, me consiguieron unas frazadas y puse mi frazada encima. Era como un empleado del lugar. Dormi espectacular. Mañana sería navidad, en Alemania no se festeja a las 24hs. Sino en el día, suena lógico.

viernes, 13 de enero de 2012

chau Río

Al otro día ya me estaba yendo de Río con una sensación interna agradeble, satisfacción. Al levantarme la veo a Lili que estaba por la mañana. Lili, tenía el pelo rubio y unos ojos muy profundos. Le digo buen día, tenía una dulzura y una simpatía que agradaba a todos los hombres, por lo que suponía que me registraba menos de lo que yo pensaba. Buen día me responde con una cara muy especial. Mucho brillo. No te vi ayer, me dijo. Me gustó que me haya dicho eso. No, estaba perdido en Lapa; le respondí. Ah que pena, quería verte, me dijo con ese acento especial. Si yo también, era verdad. Le vienen a pedir cambio de reales y le dijo que debía ir a un lugar que era el más barato. Solo con vos, recordándome que me cambió ella de su dinero reales por dólares. Le tiré un beso en el aire y lo agarró. Le pregunté donde ir y me dijo a un lago. Me parece que la hice trabajar cuando estaba en otra onda.
Al salir la española, estaba en la puerta. Le pregunté que va a hacer y me dice que va al shopping a comprar un teléfono, quedaba para el lado del lago.
Te acompaño le dije. Pasamos por el lago, nada del otro mundo. La española se quejaba del calor. Yo la molestaba con que se quejaba mucho y nos reíamos, teníamos mucha confianza. Nos sentíamos muy natural los dos. Jodíamos mucho a las personas sin que se dieran cuenta. En fin la pasamos muy bien. Ella no consiguió su teléfono, yo consegui que en el lugar que vendían teléfono me imprimieran un ticket de tren de Alemania.

En fin, llegamos al hostel. Estaba el colombiano me dijo si lo esperábamos que se iba a comprar un teléfono, yo le conté que te piden el documento brasilero para eso pero fue igual. Nos fuimos a la playa con la española, se llamaba Vanesa. Primero fuimos caminando y después en una combi que recorre la costa. Ella quería ir al puesto 5 para llamar a unos amigos.

Hicimos un poquito caminando y otro poquitito a pie y otro en unas combis de 2,30 reales. La invité yo y le gustó. Bajamos en el puesto 5, ella se fue al locutorio y yo a la playa. Había un sol quemador y por pedido de Vanesa(la española) me alquilé una sombrilla. El Sombrillero me la instaló al lado de dos chicas con cuerpos argentinos. Comencé con la respiración y la meditación. Muy disfrutable. La española me despertó torpemente cuando ya había terminado. Me pidió perdón pero ya estaba. Creo que la gente no sabe como actuar frente a alguien que está meditando. Lo mejor es no interrumpir. Pero ella estaba pasada porque había gastado toda su plata y no se había podido entender con sus amigos. Vienen para aca pero estamos un poco lejos del puesto 5, voy a esperarlos allá. Ok. Se fue. Les pregunté a las chicas si preferían mirarme las cosas o se las dejaba con ella. Me dijeron que las deje con ella. Le dejé las cosas a las chicas delgadas y me fui al mar. Costó entrar pero cuando entré estaba muy disfrutable. Estaba un poco sucio. Volví y me di una ducha. Pasaba uno que vendía queso caliente y le pedí unos. Le ofrecí uno a las chicas pero no querían. Les dije que quería choclo. Volvió la española, sin sus amigos. Estaba enfurecida, le pidió a las chicas si les prestaba el celular. A mi me dio vergüenza, pero ellas estaban bien, se lo prestaron. Eran dos hermanas tenían pecas en los mismo lugares. Otras personas usaron nuestra sombrilla, así que una de las chicas les pide al sombrillero que ponga otra sombrilla junto a ellas. Eran muy bonitas y muy buena onda. Nos sentamos la española en el medio. Me preguntó si quería cambiar de lugar para hablar con las chicas. No, esta bien, pero me fui al mar de vuelta y la más chiquita de las hermanas y la española fuimos. La otra se quedó cuidando las cosas. Un hombre miraba demasiado a la hermanita, me dio un poco de vergüenza ajena. Volvimos, hablamos un poco más. Ellas vivian a dos cuadras de la playa. Se fueron a almorzar a su casa y nosotros nos quedamos con Vanesa. Yo me tiré y ella se sentó apoyando la espalda sobre mi panza. Habia bajado la ansiedad por ver a sus amigos. La última noticia eran que estaban en el puesto 9. Descansamos un rato, relajamos. Fuimos para allá.
En el camino un hombre se nos acerca y me dice de limpiar mis zapatillas. De repente tenía una mancha de mostaza gigante que no había visto. Me quedé parado y el hombre comenzó a limpiarme. Le dije a Vanesa, me lo tiró él. Le buscamos el pomo o algo y no le encontramos. Te limpio el otro? no, gracias. Le doy 2 reales y me pide 20, le digo: Ok, te doy 5. Y me dice 10. Fue una discusión, al limite de ser agresiva. A mi no me molestaban los 5 reales, pero se sentía estafado. Terminé dándole los 10 reales. El hecho que con Vane nos quedamos mal. Nos fuimos caminando en silencio y con mala onda.
Entonces dijimos, para no podemos seguir así. Que podemos hacer para sacar esta queja. Hagamos algo. Vamos a la policía, le dije. Preguntamos, había una policía enfrente. Una estación portátil de la policía enfrente. Le cuento la historia en español. Vane sabía Portugués, pero quería contárselo yo primero. Me entendieron perfectamente. Fueron adentro y buscaron un palo negro. Me preguntaron como era lo describimos y Vane increíblemente dice Ahí está. A 200 metros se ve una remerita azul. No sé como lo identificó, la verdad yo no me acordaba nada de él. La policía lo fue a buscar y el cruzó la calle costanera y como que los espero a que vinieran. Lo trajeron, pasó por al lado mío y yo todavía no lo identificaba. Por suerte la policía sale del interrogatorio diciendo. Dice que fueron 5 reales. Osea era él.
Me pidieron que los acompañara a la comisaría para que vaya preso. Le dije, la verdad que no me parece para tanto. Simplemente me gustaría que no siga estafando y listo. Sale el chico de la estación portátil de policía. Me da los 10 reales. Inventando una historia de que el me había pedido 5 y yo le di 10. El policía se enoja y le dice. No quiere que vayas a la cárcel. Simplemente quiere que trabajes honestamente, te conviene aceptar la verdad. Me mira a los ojos. Yo me acercó casi para abrazarlo y pedirle disculpas y se va. Podría haberle dado los 10 reales, pero me los quedé por el esfuerzo de la policía.
Así que invité a Vanesa unos choclos. Después un licuado y estábamos. Vane me acompañó al hostel yo tenía que armar las valijas e irme. Despedí a todos. No me pude despedir de Lili. Me fui en colectivo. Eran las 18:30 y mi vuelo salía a las 23, pero tenía 2 horas en colectivo. Y podía tardar 1 hora en llegar.
Saludé a algunos pero vuelta. Me fui rápido, realmente me costaba dejar el lugar. Como tantos lugares que me quedan pendiente regresar, alguna vez.

miércoles, 28 de diciembre de 2011

cristo dia 2

Dormí como un bebé como quien dice. Me levanté y el desayuno era libre. Podía servirme cuanto quiera, desayuné y guardé en mi panza para el almuerzo. Hablé con la recepcionista y me dijo donde conseguir dólares baratos, compré pilas para la cámara, semillas de girasol, estaba preocupado porque no estaba comiendo semillas, y me fui a la playa.
Me acomodé en la sombra de una palmera y luego de hacer ejercicio en un gimnasio público que hay en la playa, comencé con una sesión de yoga completa, respiración y meditación que terminó cuando una chica me toco la palma de la mano y salió corriendo a juntarse con sus amigos, yo la miré y me reí. Durante el día hablé con varias personas pero no llegué a conectar realmente con ninguna. La noche anterior había gastado 50 reales para cenar, alrededor de 120 pesos. No estaba en mis planes, fui al super y me compré frutas, frutas secas, unas pizzas hechas y un agua. Me costó 30 reales. No hice negocio. Hablé con una chica que tenía un mat de yoga, no comprendía mucho el concepto de todos somos uno y se fue.
Me fui a ver a Cristo. “Si venis a Rio tenés que ir a ver el cristo”. Ok, fui. Me tomé un ómnibus del que no puedo evitar quedarme dormido. Tardó una hora. Llegamos y había se ofrecía un tour, no quise nada. Pagué los 43 reales de la entrada y subimos en un tren que cruzaba la montaña. El paisaje era hermoso, en el camino encontramos un mono. Muchos turistas, de esos que son turistas siempre juntos no me divertían mucho… Recuerdo el de la cámara que filmaba todo, cuando el tren iba a pasar por un paisaje muy bonito les avisaba preparen la cámara y antes que la gente diga el alentaba el “Oohh”… yo lo miré y me reí, el se ríó, entendió. Su Ooh era totalmente exagerado pero pasaba. Había una chica que estaba con sus padres que me hacía acordar a Yvonne. Yo no estaba conforme de estar en el tren pasando por semajente lugar sin poder estar ahí
El Cristo estuvo bien, osea una estatua grande, todos sacando fotos sin demasiado disfrute. Cuando bajaba me dijeron que me ponga la remera, pero si cristo andaba en cuero le dije y me la puse. Con la doble de Yvonne caminábamos cerca pero no hablábamos. Bueno, lo cierto es que no tenía ganas de bajar con los turistas.
Así que pregunté si podía bajar caminando, me dijeron que sí, pero que demoraba alrededor de 3 horas, eran las 5 llegaba justo para anochecer pensé. Esta todo bien. Fui por un camino donde los autos pasaban, caminé alrededor de 1 hora y media, el lugar era alucinante, mucho silencio con sonidos de pajaros, únicamente interrumpidos por el sonido de los autos cuando pasaban. Me tenía que correr del camino a un costado por las dudas. La selva comenzó a hacer sonidos musicales y demases que caminando solo, me daban un poco de temor. Desconocía el origen de esos sonidos, no eran los típicos pajaros. Entonces agarré un palo que me sirva de defensa ante no se qué, me sentía mejor. En ese momento, encuentro un camino que se metía en la selva de lleno. Me dio ganas de meterme, pero me dio mucho miedo. Pensé que no iba a dejar de hacer algo por miedo y me metí. Mi idea era cruzar el camino através de la selva y llegar al otro lado del camino donde los autos doblaban.
Comencé a caminar por el sendero, el palo me ayudaba mucho, me pusé la remera nuevamente las ramas podían rasparme. A unos metros abajo mío pasó el tren, vi que la hermana de Yvonne pudo verme y puso cara de no puedo creer lo que estoy viendo.
Estaba muy bien hasta el momento pero el otro lado de la carretera no llegaba. De repente, me di cuenta que ya no estaba siguiendo ningún camino, era pura selva. Era muy complicado, por momentos las ramas pinchaban o me raspaba los pies. Continué bajando pero la carretera no aperecía. De repente me di cuenta que no me quedaba mucho tiempo de luz, por lo que aceleré el tranco y todos mis ritmos interiores. Avancé un tiempito más y llegué a un lago en el medio de la selva. Lo crucé con las piedras con musgo, fue muy peligroso, pero del otro lado era pared de montaña y no podía subir. Estaba bastante complicado, cansando, la respiración comenzó a agitarse demasiado. Comencé a buscar un camino de vuelta a la carretera y no encontré nada. Ahora el corazón también comenzó a latir más fuerte. Tenía temor de lesionarme y no poder continuar. Tenía el Yoga mat, para quedarme cualquier cosa. Pero si la noche caía tendría mucho miedo de quedarme ahí. Comencé a pedir Ayuda, en serio, o sea en voz alta... algunos gritos y nada, “Help” tampoco. Me dio más temor saber que nadie sabía que yo estaba ahí. Pedí ayuda mística. Comencé a correr por la selva me caía y continuaba. Me raspé las piernas y las manos, dejé el palo que me daba seguridad para ir más rápido. Estaba totalmente en el momento presente, yendo muy rápido. Pedi ayuda espiritual casi desesperado y apareció el camino. Encontré un sendero, que alivio. Lo seguí un rato más y me asomo y veo pasar un ultimo tren. Un hombre me vió me hizo pulgar hacia arriba, le pedí que le avisara al chofer. Se fue a avisarle pero el tren no paro. No podía subir a las vías, me resbalaba y me caía. Cuando pude subir ya se había ido el tren. Continué por las vías hasta llegar al camino de los autos, seguí caminando y la respiración comenzó a disminuir y a relajar. Ya estaba a salvo. Lo hombros se relajaron también. Había encontrado el camino nuevamente. Llegué a un puesto de policías y me enviaron en un ómnibus al centro. Me sentía muy fuerte, la muerte había rondado por ahí y siguió de largo. Todavía tengo algo que hacer. Tenía un sentimiento de ser nuevo.
Bajé en Lapa, un lugar de todos bares, había una samba y demases pero me fui al hostel en otro ómnibus. Tardó 1 hora más dormí todo el viaje y llegué a mi hostel. El baño fue muy placentero. Dolían algunas heridas.
Al salir hable con Marcos, un compañero de habitación de California que hablaba español. Me dijo que también hablaba Arabe porque estuvo 2 años en Irán, en la guerra. Ah ok, lo mío no fue nada. Relativicé y bajé.
Al bajar hablé con Lili, la recepcionista, de una dulzura fuera de lo común. Conectamos. Le pregunté que buscaba de la vida y esas charlas que me gustan a mi. Fui a cenar a un tenedor libre, recomendado por ella. Al volver en el hostel Che Lagarto, había muy buena onda. Hablé con una Española que vivía en Suiza. Estaba contenta que hablemos español. Muy buena onda.

Fuimos a una fiesta en un hostel, yo estaba totalmente energizado y con un humor, totalmente positivo. La española se me pegaba mucho, me agarraba del brazo en la fiesta. Yo no tenía ganas de estar de novio ahí. Fue una gran fiesta, conocí a Gabriela y le pedí su teléfono.
La española se fue con un brasilero. Me fui a dormir en taxi. Estaba realmente contento.


En el viaje desde el hotel a la playa me acompaño un colombiano, tenía algunos ademanes extra delicados, así que le pregunté te gustan los hombres o las mujeres. Los hombres me respondió, tenes algo encontra de ellos. No, era solo porque te iba a ser un comentario de una chica.
Estaba buscando las palmeras adonde hice ayer, pasamos por un gimnasio al aire libre e hicimos un poco de gimnasia con el colombiano, era buena onda. Caminamos bastante y encontré mis palmeras para hacer yoga, eran alejadas de toda la gente. Así que le dije que lo acomañaba a instalarse y después yo me iba a hacer yoga, el quería que le explique, pero la verdad me daba fiaca, y la verdad que más que nada iba a meditar, así que no había mucho que explicar. Terminé mis prácticas y me fui a llamar a Gabriela. Compre una tarjeta y eso, pero no la encontré, una pena. Compre uno licuado proteico con unos fatay de verdura. Hablé con otra Argentina, estaba con su familia, así que no había mucha posibilidad de seguir la conversación y me fui a la playa. El colombiano se había ido, así que me fui a caminar por la playa, estaba muy cansado, el sol me había quemado bastante así que me fui a dormir una siesta hasta la tarde noche. Al despertar baje y le pregune a Lili adonde conseguir cambio, ella misma me cambio reales. Me quedé dando vueltas en el hotel, hable con un chileno, mientras que usaba internet. Yo estaba arreglando con Andrea, una argentina que se fue a vivir a Rio, quedamos en que nos encontramos en un encuentro de Couch Surfing, personas que prestan su sofá para que extranjeros paren unos días. El chileno me dijo que venía, pero se tenía que bañar. Yo ya estaba listo así que lo espere abajo. Abajo me acerque a una chica que estaba sola siempre, pero me dijo que se iba a quedar leyendo el libro. Me pareció bien, y la dejé en su soledad. Fui a la fiesta de couch surfiing que quedaba en copacabana, en realidad era una reunión en la playa, todos extranjeros con un cartel con el nombre de su país y su nombre. Tenía hambre y la comida de playa no era adecuada para ese momento. Me fui a comer una super comida a una cuadra del lugar, entendieron que era vegetariano y me prepararon algo especial. Volví al couch surfing party, había unos brasileros tocando y algunas chicas bailando, me pareció mejor mirar que bailar y me fui, me tope con dos argentinas, les conté que iba a para Lapa. Tenía ganas de conocer lapa, parecía tener mucha onda. En el camino me tope con dos argentinas comprando en una feria. Es linda le dije, y rápidamente les pregunté si querían venir para Lapa conmigo, casi que me ignoraron, que molesto me resulta eso.
Llegué a Lapa en colectivo 433. Eran las 23hs aproximadamente. _Muchas mesas en la calle, mucha música en vivo al estilo peña brasilera. Muchos hombres vestidos de mujeres, muchas mujeres vestidas de objeto en alquiler. No me gustó mucho la energía de la calle. Me metí en un lugar que había una banda en vivo de samba, poca gente. Después fui a otro que era mas melódico. Lindo lugar, me puse a bailar bastante. Me sentí observado. Di unas vueltas sin mucho sentido y me fui a dormir.

miércoles, 21 de diciembre de 2011

Despegando...

Despegué, mi panza hizo unos movimientos, mezclados de emoción, alegría y sorpresa. Destino Río de Janeiro. Tanta espera y preparativos listos. Todo perfecto.
El viaje fue un lujo total, me trajeron mi comida vegetariana como había pedido. Salió sudarshan kriya en el avión, técnica de respiración, meditación y siesta. Me levanté poco antes de aterrizar.
Wow, el paisaje era hermoso, 36 grados estaban anunciados por la azafata. Me reí porque Andrea, una argentina que vive en Rio, me dijo que el clima estaba muy feo y yo le prometí que iba a traer el sol.
Arribé, ya estaba destino. Saludé a una de las asafatas con la que había estado charlando previamente a subir al aeropuerto, me contaba que hice bien en sacar el seguro médico. Charlas para matar el tiempo.

Cambié reales y me fuí en un omnibus hasta ipanema. 9 reales. Al lado mío una chica rubia con aparatos. Comencé a darme cuenta que el portugués no es tan parecido al español como pensaba, le pregunté sobre Ipanema y me dijo 20 minutos, estás. Después me preguntó si venía de vacaciones o por trabajo, me costo entender la pregunta, además no pensaba que iba a ir más alla de las preguntas que yo le hacía. Me di cuenta que cuando se inicia una charla con una pregunta informativa, es más dificil de continuar después. Ella era tan tranquila que me hacía sentir nervioso.
Me dijo que debía ir a Lapa si quería bailar y se bajó.
Llegué al hostel, un lujo total, muchisima onda, música, me atendió una chica brasilera que hablaba muy bien español, tenía lindo nombre pero me lo olvidé.
Me ofreció una caipirinha, le pedi un jugo y puso cara rara. Subí a dejar la valija, que con tanto amor había armado Alexis. Estaba comprimida era dificil de descomprimir. Me di una ducha totalmente reparadora.
Bajé y me fui a la playa. El atardecer estaba desplegando unas imágenes alucinojenas para mis ojos. Emoción al ver el sol ponerse detrás de una montaña, debe ser la edad pero me dio pena no tener la camara de fotos ahí.
Comencé una meditación con el sonido de las olas del mar. Profundidad del mar. Al volver ya era de noche. Tranquilidad total a la orilla del mar. Hay una chica metida en el mar a esa hora lo cual atrajo mi atención. Volvión del mar y estaba sola. Tenía cuerpo de brasilera. Me acerqué sin ningun objetivo. Me quede cerca de dos pasos de distancia y ella se rió, tenía los dientes muy blancos. Hola, le dije. Hola me respondió en español. Hablas español, que alivio, de donde sos. Era de Caracas, venezuela.

Vamos a tomar un coco, me invitó casi sin preguntar.
Salimos caminando a comprar el coco. Yo estaba de muy buen humor y hablamos con los comerciantes. Pasamos por una estatua hecha de arena. Compramos un choclo y lo comimos en el borde de un acantilado que daba a la playa, con las piernas colgadas al vacío. Ella era muy simpática, la charla no tenía mucha profundidad pero ella estaba muy divertida de cada cosita que le contaba, era como una niña a pesar de ser mayor que yo. Hablaba cantando bastante y en un sonido alto.
El próximo chico que atendía el local del segundo coco, estaba hablando con su novia por teléfono. Le pedí que no cortara que siga hablando y se reía. Le saqué el teléfono de la mano y me puse a hablar con su novia. El comerciante se reía mucho. Vanesa, la venezolana también.
Cuando le pasé el teléfono devuelta, el dijo, es una actor famoso de argentina. Después me preguntó como se decía tener sexo en español. Y me dijo que eso significaba correr para ellos. Vanesa se terminó el Coco, mientras que hablabamos de eso, me mostro un video pornográfico de su teléfono y lo dejo ahi ejecutándose. Lo cierto es que Vanesa lo podía ver.
Que rápido terminaste el coco, sí, fue por el tema que encaramos. Me confesó que ella no había tenido sexo en el viaje, estaba hace 15 dias, decía que tenía miedo de las enfermedades y demases.
Me acerqué a un estatua gorda y dorada que había, y medio que la abracé y eso, estuve jugando. El hecho es que después estaba por hacer lo mismo con otra, cuando de repente se movió, casi me muero del susto.
Fuimos a una feria, conocimos a un Argentino, que vendía tours, muy buena onda, de puta madre me dijo, es que estuvo en Barcelona. Le comenté que iba a ir para allá y me dijo que me iba a dar contactos de hombres de feria para que esté con ellos. Fui a dar una vuelta solo y cuando volví vanesa se estaba probando unas mallas... si, se probó unas mallas en la feria.
Después fuimos a visitar a un amigo de ella, que estaba en un super hotel. Yo no quería entrar con ella, la esperé un toque afuera y fuimos a comer a México del 70. Un restaurante, bar, no muy bueno y caro.
Yo ya estaba bien de Vanesa , yo estaba cansado, ella estaba un poco borracha por una caipirnha doble. Ella viajaba al otro día para buenos aires y yo quería descansar, la acompañé a su hotel, para despedirla. En eso baja una amiga de ella, colombiana. Muy bonita. Nos dice, tengo ganas de ir a caminar. Podría haber hecho el switch rápidamente. Pero decidí decirle no, porque estaba Vanesa y me daba cosa despedirme así rápidamente, de todas formas nos despedimos rápidamente, agendamos nuestros datos. Y Vane me dice, podrías haberte ido con mi amiga. Me arrepentí de no haberlo hecho. Me volví desde copacabana hasta ipánema caminando a las 2 de la mañana. Vi muchas personas tiradas en la calle, no era la mejor opción, pero nunca le doy de comer mucho al miedo. De todas formas por las dudas me puse a correr y llegué más rápido de lo que pensaba. En el camino, una persona fuera de si se mantiene agarrado del omnibus.
Llegué a mi querido Hostel y me desplomé sobre la cama

lunes, 9 de agosto de 2010

Cansado de ser

Ya me acepté, ya tengo el amor conmigo, ya soy yo verdaderamente. Natural, estoy sonriendo más que nunca, con la felicidad que acompaña a un niño cuando llega de la escuela.
Pero ya no me alcanza con saber que estás por ahí dando vueltas, esperándome. La paciencia que me aconsejaban se me está evaporando. Esta el agua en el fuego y lentamente está disminuyendo a punto de quemar. No pienso, ya no me obsesiona el sexo. Ahora miro a los ojos, el miedo de amar fue disuelto en está evaporación.
Ya no hay desesperación. No me importan lo mundano, limé muchas locuras y tengo un mundo a mi alrededor que es pura magia para compartir. Pero mi cabecita tiene fantasias en la atmosfera dificiles de satisfacer.
Porque la exigencia me inclina para el lado de la soledad nuevamente.
Y transcurre un tiempo que sirve para aprender mucho sobre mí. Me conozco en diferentes transformaciones. Mi consciencia adoptó mil formas y eligió una de esas para quedarme en esa nostalgia que otra vez toca mi puerta. Me aleja de mi ser, por momentos siento que estoy cansado de ser.
Cansado de ser, porque el ser me trae un amor y un regocijo que ansío compartir. Una felicidad que es tan pura y tan sincera que es mucho para mi solo. Cuando entiendo esto me gusta dar amor. Y voy por la vida dando amor y arte por todos lados. Desparramo porque me gusta desparramar. Me repito, me reinvento, me sueno a conocido. Investigo en mi y encuentro que solo hay dicha en mi.
Me despeino y me desarreglo, me vacío. Me saco todo lo que me sobra. Esa mezcla de tensión, de presión, de nervios, que es tan ajeno de mi que da risa.
Por momentos me da miedo que sea observada por otra gente. Esa, a la cual le vendi mi serenidad cien por ciento. Y aparece y mi mundo se desvanece. Las palabras no fluyen de mi boca, como ultimamente lo hacían y siento que el infierno ha vuelto a mí.
Pero esta vez, esa es solo ilusión. Ya no hay nada que pueda hacerme volver atras, porque ya no hay muchas huellas, ya no hay tanto camino.
Desapareció todo lo concreto se esfumó, voló, y ahora en los lugares más reconditos se mi ser, se esconde con respiración lenta, agazapada, con temor a ser descubierta. Esa falta de fe, de confianza que mi ser encuentra y funde y disuelve. Todo se transforma, todo se vuelve canción. La música, la armonía es una parte mía que florece mis células.
Me preguntas por esa mirada que brindo hacia ti. Y otra vez te digo que es solo tu fantasía porque es lo mismo de siempre. Nada de ese tipo de amor me daría la verdadera dicha. Simplemente, me siento pleno cuando alcanzó la serenidad y el amoldamiento de mi cuerpo a las circunstancias que me rodean. Busco, ahora un poco mas sereno. Soy yo. Nada más que esta delgada capa que me separa del mundo. Soy esa profundidad que no lograrás decifrar jamás. Soy la más linda de las sensaciones de este mundo. El amor tomó cada una de mis celulas y ya nunca más podrá eludirse. No es un laberinto del que se pueda salir por arriba. Es un camino sin camino. Es el todo en uno mismo.

martes, 20 de abril de 2010

carta para mi desde mi - inmensidad

Me siento agradecido, por todo lo que me estas dando y los caminos que estás eligiendo. La verdad que las cosas te pasan cada día más fuerte y sin embargo dejas que me encargue de solucionar todo. Con una sonrisa imborrable encaras la vida. Esa sonrisa divina que contagia. Porque sos paz que contagia. No puedo creer que hayas elegido este camino. Me siento tan afortunado de haber encontrado juntos nuestro destino. Nos posamos sobre el vacío y las mejores ideas surgieron de nosotros, entonces todo surge y fluye. Nada puede tocarnos verdaderamente, porque estamos cuidados. Parece tan facil la vida con tanta liviandad que no se puede creer que este mundo sea el mismo que antes transitabamos. Pienso en las piedras que tuvimos que pasar, cuantas patadas tuvimos que esquivar para llevarnos a esta colina. Donde la vida se ve màs chiquita y menos preocupada.

El amor ya se ama solo. Se ama todo lo que se posee. Me reverencio hacia todas mis virtudes, no tengo otra que sentirme un tocado. No puedo evitarlo porque la conciencia esta tan despierta que solo me deja despertarme para volver a despertar. Tan despierto que se confunde la vida con un sueño. El amor trasciende las relaciones y me lleva a mi naturalidad donde vivo con una pantalla que irradia calor que cubre cualquier frio. Porque ni siquiera mis mocos me impiden crecer.
Y todos somos uno, parece que estoy elevado pero igual que todos y por eso me llega el amor de todos. Soy uno mas y me diluyo en este aire que respiro y me preguntas por que? Y yo te respondo que la paciencia te dara la respuesta. Siempre, cerra los ojos y el latido de mi corazon te dara la respuesta.

De repente encuentro mi inmensidad, una inmensidad de amor. Un rio que esta llegando al mar. No pide nada mas. Se baja toda autoexigencia, se posa sobre lo absoluto. Me lleva por el aire pacientemente. Mi río ya no se desborda, ya no salpica. Es un rio sereno despliega su naturalidad.

viernes, 2 de abril de 2010

Escampando

Esta vez ya estaba despierto hacía mucho tiempo, mis ojos ya descartaban el sueño como posibilidad. Fue entonces que estaba saliendo del gran círculo. Un círculo que otra dimensión había creado para mí. El giro de mis pensamientos y mis emociones se tornó a mi favor. Me pregunté por años cuando esto ocurriría y al fin parecía estar ocurriendo. Tomé mis cosas, mis pocas pertenencias y me digné a retirarme de ese lugar donde solo la derrota era posible. Tenía todo un mundo que me esperaba. Me sentía con la energía suficiente para romper cualquier barrera, estaba cada vez más consciente que ese era mi camino. Aquel camino que me sacaría la soledad y la angustia interior para siempre. Mi animal estaba conmigo. Después de dejarlo que juegue conmigo por varias vidas: Se burlaban de mi debilidad, de mis ganas, de mis ansias. Me hacían desperdiciar amor por cualquier rincón. Por momentos la duda entró a mi Ser nuevamente, con ganas de quedarse, pero esta vez mi puerta estaba cerrada.
Entonces tomé un poco de su desatención, y sin dudarlo me escapé. El plan era muy bueno, nadie debía enterarse. Tenía que escaparme de esa burla sigilosamente. Debía ser más fuerte que cualquier otra especie, debía ser más fuerte que mis pequeñeces .
Entonces dejé de esperar cualquier señal y me marché, rompí la primera barrera, nadie me perseguía. Rompí la segunda y mi excitación comenzó a darme un poco de felicidad y tranquilidad a la vez para seguir avanzando. Lo estaba consiguiendo, estaba despegándome, me estaba expandiendo en la totalidad de mi ser. No había dudas, pero el temor todavía me tenía expectante, ya faltaba poco, poquísimo para estar otra vez en mi bienestar.
Entonces, pasó. Una luz se iluminó sobre mí. Nada bueno, había sido descubierto. Me descubrieron. Me debilité y caí en mi suelo. Las fuerzas se me esfumaron. Nada de lo que pueda hacer me podía liberar. La angustia vino a mi nuevamente. Rompí en llanto. Entendi entonces que todavía no había sido atrapado completamente, ya no era tan facil como antes.
Me di vuelta ante sus garras y le dije con total cordialidad. Disculpa no puedo quedarme, te compadezco pero tengo que vivir mi vida. Espero que todo te salga bien, te deseo lo mejor pero me voy. Hay tantas cosas por conocer que no puedo quedarme más. Lamento mucho tu necesidad, pero yo tengo otras, casi opuestas. Que sigas bien. Me levanté del suelo. Miré para todos lados y salí caminando creo que las luces todavía me iluminaban. No fui hacia atrás, supuse que me estaban mirando atónitamente sin saber que decir. Pero focalicé en mi camino, que ahora era llano y transparente. Estaba liviano, luego de pasar por todos los infiernos, la paz comenzó a apoderarse de cada célula. La sonrisa se hizo cada vez más grande.
Tengo un camino por recorrer, ya no soy aquella bola que desperdiciaba energía malgastando en deseos a corto plazo. Busco en mi interior la respuesta. Salgo de cualquier lugar conocido.
Ahora el camino tiene una encrucijada, hay una fosa oscura en la que debo saltar o quedarme nuevamente estancado. Me encuentro con otras personas que sin dudar saltan. Los observó con admiración y veo en sus rostros el mismo o peor miedo que el que una vez tuve, pero ellos saltan. Yo estoy pensando demasiado, puede ser peligroso, no se que me puede pasar, y si no entro en la fosa? Y si el agujero oscuro me conduce a la nada? Y si es todo una farsa? Antes de que las dudas tomen mi cabeza, me zambullo.
Confié, Salté. Surjió el animal instintivo en mí y con el mayor de los corajes avancé. En el trayecto nada malo me estaba ocurriendo. Eran todas sensaciones nuevas pero aquí estaba viajando en este mar desconocido. Me preguntaba como sería la llegada y si había alguna. Mientras tanto tomaba cada vez más velocidad positiva que despejaba todas las dudas. Era todo blanco, pude diferenciar que estaba tomando las mejores decisiones de mi vida. Cualquier cosa que pasara iba a estar bien. Porque cada vez tenía mis capas más pulidas. El camino por la incertidumbre me estaba limpiando. Con una pluma me acariciaba cada corteza de mi árbol.
Entonces las cosquillas se transformaron en carcajadas que ya no podía evitar aunque quisiera.

miércoles, 20 de enero de 2010

Cusco 11 . El comienzo del Final

Nos despedimos del hombre, le agradecimos la charla. Bajamos del restaurante y Meli me dice contentísima. “Yo ya estoy hecha con la charla, era lo que necesitaba”. Yo estaba todavía energizado por el Machu Pichu a pesar de no haber dormido nada así que primero entramos a un bar que quedaba debajo del boliche “África Mía”. No nos gustó, así que decidimos ir a otro que ella conocía. Cruzamos toda la plaza, caminos unas cuadras alejándonos de centro de Cusco. El bar que ella quería estaba cerrado y el lugar era desolador y oscuro. Seguimos caminando, pasamos por un lugar y ella saluda a un portero de un edificio desde lejos, diciendo que siempre la cuida. No lo entendí mucho.
Llegamos a una esquina de un lugar un poco turístico y había música en vivo. Pero seguimos caminando unos pocos pasos porque escuchamos la canción “Come together” de los Beatles, era tras una persiana que llegaba hasta el suelo. Abro la persiana y estaba la espalda del guitarrista, supuse que esa no era la entrada, o que no había entrada, comenzamos a buscar la entrada, hasta que un grupo de personas entra por la persiana. Entramos decididos. El bar era acogedor, me encantó, había que bajar cuatro escalones, la banda tocaba entre la gente tirados en sofá. La gente estaba en fraternidad y cordialidad. Sentí una comodidad increíble, la cara de Meli no era igual que la mía, no era su onda. Ella se pidió una botella de cerveza, yo nada por ahora, dije. Ella tomó dos traguitos y no quiso más. Parecía no haber un mozo o moza fija, el que estaba por ahí te atendía, tampoco había buena división entre lo que era barra y lugar. Era como el living de una casa de Cusco. Cuando sonó “Waiting in Vain” de Marley, no tuve más remedio que levantarme y ponerme a bailar. La gente que consumía humo recreativo estaba menos ida que yo. Mi cuerpo se deslizaba, cada tanto nos mirábamos entre los que bailábamos y nos reíamos. El lugar y yo estábamos fundidos.
Pero había un problema, Melissa estaba totalmente incómoda a notar por su cara. Además cuando mi buena onda se acercaba a ella, se alejaba como que no quería nada conmigo. Me bajaba un poco, así que le pregunté “Querés ir?”. La pregunta era ambigua. Si ella me decía yo me voy, creo que no me importaba. Ella fumaba mucho y no estaba bien ni conmigo ni con ella. “No, es tu última noche. Nos quedamos un rato más.”. Ok, le pedí un beso, ella se negó. Me molestó un poco pero seguí bailando y cantado. Después de dos temas más la cara de Meli era insostenible. Por lo que salimos del lugar. Le pregunté que le pasaba. Que no le gustaba esa onda, que a su hermana le hubiera encantado pero ella es otra onda. Le pregunté había buena onda? Sí, la mejor, me respondió. Que hay mejor que eso? Lo pensó y me dio la razón “Nada”. Bien, nos fuimos a la cola de un boliche que había muchísima gente. No, ni locos. Había otro lugar que nos habían ofrecido entrar antes.
Caminando por la plaza central… escúchame Meli, que te pasa por que ponés el freno de mano conmigo. Por qué no me das un beso.
Porque no me gusta estar así pegoteado, no hace falta, no podemos pasar la noche como amgos? No, le respondí secamente. Qué? me miró. No puedo andar limitado, te alejas hasta de mis caricias y eso me pone mal. Sin terminar la charla entramos al lugar y nos pusimos a bailar.
Meli no paraba de fumar y bailaba, yo intentaba ponerle la mejor onda pero cuando me acercaba a ella, se iba. Cuando quería bailar cerca de ella se alejaba. Le pedí, salir un segundo para hablar.
- Meli, no está bueno esto que me está pasando, no me gusta, me pone mal.
- Por qué, no podes solo bailar y listo.
- Pero explícamelo, no entiendo, en serio.
- Hoy conocí a un Jorge por ejemplo y si hubiera querido que pasara algo me hubiera ido con él. Ayer todo bien, porque surgió pero hoy ya es mucho.
- Entonces es por el chico que conociste hoy?
La gente nos rodeaba y querían escuchar lo que hablábamos. Nos mirábamos con cara de “que pesados” y nos íbamos para otro lado. Y venían otros nuevos a querer escuchar, se paraban cerca o pasaban caminando lentamente y nos miraban. Nos fuimos a la entrada de un hotel.
- Yo no puedo seguir así, sin que esto fluya, porque soy así, a mi me gusta abrazar, acariciar – le reproché.
- Pero a mi no me gusta todo pegajoso.
- Ah yo soy pegajoso? – mi tono era de indignación.
- No, para nada.
- Bueno, creo que ya fue, creo que cada uno debería seguir su camino – le dije.
- Que quieres decir?
- Que fue, lo nuestro no puede ser. Bromeé. A mi no me hace bien estar así con vos, me siento rechazado. Prefiero irme. no sé adonde.
- Bueno, mirá, la verdad es que no quiero que mi viaje sea una antes y después de vos. No quiero que sea el viaje en que conocí a Darío.
- Eso te lo puedo entender
- Ademas termine con una relación hace poco, entendes?
Estas últimas palabras las entendía y me sonaron sinceras. Bajé mi guardia. “Y que hacemos?”, estábamos tildados, yo tiraba más para irme. Pero ella tiraba más para quedarnos en ese estado. No sabíamos que hacer, yo estaba dolido y angustiado, al principio tenía ganas de irme a bailar solo, pero con las últimas palabras de ella, estaba conmovido. Nos abrazamos un rato largo.
- Quiero conocer tu hostel – me dijo sorprendemente ella.
- Para qué? Puede llegar a ser muy histérico todo eso – le dije sorprendentemente yo.
- Vamos en taxi – dijo Meli, sin responder a mi intimidatoria pregunta.

Llegamos a la casa y ella estaba muy natural, dijo que al final mi hostel no era tan malo como pensaba. Yo desarme la cama y me acosté sin saber lo que podía pasar. Estábamos los dos muy relajados. Ella se metió también en la cama y se acomodó muy cerca de mí. Comenzamos a besarnos y la temperatura comenzó a aumentar en ambos cuerpos. Yo estaba disfrutando de su dulzura, era una ensalada de caricias, besos y respiraciones agitadas.
Pero ella interrumpió: hasta cuando vas a seguir con esto, no da. Vamos a hacerlo y listo, como lo que somos, esto que no somos nada y fue. Su mente no paraba de hablar, a mi no me gustó nada. Y siguió diciéndome que éramos casi desconocidos y que no había nada entre nosotros. Yo entendí que era su mente aclarándole al corazón que no sienta nada. Pero de todas formas me dolió. Y de mi boca salió algo que me sorprendió hasta a mi mismo. “Cómo lo estas planteando no me interesa hacerlo, no tiene sentido”. Hacía diez minutos estábamos discutiendo en la plaza y la frase que dijo me desalentó mucho, así que me di vuelta. De todas formas esperaba que ella haga algo.
Me dijo, bueno, si no vas a hacer nada entonces puedo sacarme la ropa. Y se quitó el pantalón. Chan, yo no pude evitar darme vuelta para ver sus piernas. Eran hermosas, tanto, que aceleró a máxima velocidad el curso de mi sangre. Al poco tiempo ya nuestros cuerpos se estaban conociendo íntimamente. Pero íbamos a ritmo diferentes y mis movimientos eran muy bruscos para ella. No lo resistió más, ni siquiera llegamos a despegar que ya me echó de ella.
Me quedé a un costado y comenzó a llorar. Yo le secaba las lágrimas y la dejaba que llore, le hacía bien. Me dijo que con su ex novio tenía piel y que se acordaba de él, pero que conmigo no. Una vez que se calmó un poquito, le dije que estaba bien que era lógico y le pregunté por qué había cortado con su ex novio. Me dijo que su ex novio, le decía que cuando ella hablaba de su ex ex novio le brillaban lo ojitos.
OK, ya tenía mi conclusión pero espere un ratito más y le pregunté si quería escuchar lo que pensaba. Me respondió afirmativamente. Le dije que era todo lo mismo. Lo que le paso con su ex novio, en otra escala a lo que pasaba conmigo. Tenía alma de tanguera, que todo pasado fue mejor y no acepta el presente. No se lo dije pero lo pensé, cuando este con otro chico iría a pensar que yo era mejor que él. El presente es inevitable y hay que aceptarlo. Me dijo que tenía razón, pero que había sido muy brusco. Ahora ella tenía razón, le pedí disculpas, y le dije que son cosas que pasan cuando dos cuerpos se conocen, pero era algo que yo tenía que corregir. Es hora de dormir.

martes, 19 de enero de 2010

Cusco 10 - cada uno tiene algo que hacer

Terminé de comer y me senté a escuchar una banda de música autóctona en vivo. Le tocaban a los que comían en un restaurante caro. Me senté en la calle, en un costadito, hasta que terminó. Después fui a la placita central de Aguas Calientes. A diferencia del resto de los pueblos las calles que rodean la placita no son transitadas por autos, es solo una fuente, con algunos comercios y una iglesia muy chiquita. Entré y había un gran Jesús con la piel color obscura.
Fui a recorrer los mercaditos de Aguas Calientes, quería llevar algún regalito, para Melissa. Encontré miles de las piedras que le había regalado, ya no era especial. De todas formas, no estaba seguro de volver a verla, pero en ese caso podría ubicarlo en otra persona. Meli, es difícil para regalar, le compré una binchita lila que me pareció linda.
En media hora saldría mi tren de regreso a Cusco, así que me dirigí a la estación. Me encontré con el mexicano, amigo del venzolano Nahuel. Me comentó que una chica se había accidentado. Fingí que me interesaba su charla. Luego Nahuel pasó a unos metros de distancia, podría haberme acercado para pedirle el mail y así tener mis fotos del Machu Pichu, pero decidí alejarme de ellos nuevamente. Me subí al tren, otra vez el mexicano se me acercó para despedirme, era buena onda, pero ya me cansaba su cara. Chau, chau… Sisi, hasta el próximo viaje… en otra vida… pesado…
La chica que me pedía el pasaje me pareció muy linda, era morocha y con cara de muñequita. Le dije algo como para no pasar desapercibido pero ni me registró. Los asientos eran de dos enfrentados a otros dos. Ya estaban todos sentados a mi me tocó ventanilla, enfrente de una chica de hermoso pelo y lindas piernas. Estaba con su hermano, era fácil de distinguir por su similitud y relación. Al lado mío un muchacho, que rápidamente se pidió una botella de vino. Hablaba muy bien español, pero era de algún país cuya lengua no era el español.
Arrancó el tren de vuelta, el hermano de mi vecinita de enfrente se durmió enseguida. Y con la chica nos empezamos a rozar con las rodillas. Yo chequeaba si era casual que ella se apoyaba sobre mí, entonces cada tanto separaba mi rodilla de la de ella y venía hacía mí con su rodilla. Comencé a excitarme, más de aburrido que por otra cosa.
En un momento ella vio algo, le quería comentar a su hermano pero dormía. Entonces le pregunté “Que hay?”. “Nevi”. “Que?” le repregunté. Me señaló, había nieve en la cima de la montaña. Era brasilera, el chico que se sentaba junto a mí, que ya estaba con la boca aceitada por la botella de vino, comenzó a hablar también. El flaco era de Francia y vivía en México. Ella había vivido en Canadá, así que hablaba francés. Se pusieron a hablar en francés. No entendía nada, buenísimo: yo inicié la charla porque tenía ganas de hablar con piernitas y la flaca se pone a hablar con el francés. Me vino el mal humor y me fui al baño. No tenía necesidad pero quería irme de ese panorama desalentador.
En el camino estaba la chica que me había gustado antes de subir al tren, vendía bebidas. Le dije que estaba tremendamente aburrido y me dijo imaginate yo: todos los días ocho horas por día. Vivía en Cusco, yo pensé que la gente de Cusco no podía ser infeliz. Igual creo que su infelicidad, tenía similitud con la felicidad de la Capital de Buenos Aires. Era muy simpática, charlamos fluidamente. En seguida surgió el tema de hoy a la noche, estaba a punto de invitarla a algún lado, pero vino su compañero de trabajo. Y ella cambió. Me pedí un Gatorade de Manzana, tenía mucha sed. Era transparente, raro pero rico y fui a sentarme.
Cuando volví, el hermano se había despertado y me recibieron con buena onda, pensé dos cosas o me extrañaron o yo estaba con buena onda. Les ofrecí Gatorade y no querían, tenía cereales, tampoco querían, me dio gracia que no querían nada mío y comencé a ofrecerles cualquier cosa que supuestamente tenía en el bolso. Entendieron el chiste, el hermano de ella se reía mucho. Se hizo liviano el resto del viaje.
El tren nos dejó en Poroy, cuando bajé me acordé de la chica que vendía bebidas, pero ya era tarde. Con el francés tomamos un taxi, hasta Cusco. El taxista o remisero, nos explicó que a Cusco venían todos los famosos, era muy cholulo… Que Tierry Henry tiene una hija en Cusco y no se que… Le cambié el tema, tenía una duda: “Todos eran Incas, porque entendí que el guía dijo que solo podían ser Incas los que eran sabios y fuertes”. Me dijo que era guía y me dio una explicación larguísima, interesante pero no respondió mi pregunta. Era muy agradable de todas formas. Llegamos y el francés le dejó diez soles de propina. Lo que yo pagaba por noche. Nos pasamos el celular con el flaquito para vernos a la noche, una excusa para despedirnos con buena onda.
Apenas llegué desde la plaza central fui al baño de Mcdonalds, que era mejor que el mío y llamé a Melissa.
“Hola Meli?”, era impredecible lo el tono de su voz en la respuesta. “Holaaaaa, volviste??” me sorprendió la buena onda. “Si volví con ganas de verte. Venís a la plaza?” le pregunté con mil pilas. “Recién llegás? No te vas a bañar?”. Tenía razón. Me baño y te llamo.
Volví a mi Hostel y me encontré con Miguel. Miguel tenía cara de perro mojado, con la cola entre las piernas. Se sentía mal por no haberme cumplido todo. Apenas vi esa cara, le dije “Todo espectacular, loco. Mil gracias por todo”. Le cambió la cara y los dientes sobresalieron sobre el joven rostro color café. “Ah te dieron desayuno y cena?” No, no… le dije. Pero no importa, el resto fue increíble. Miguel, se estaba exaltando. Si me hubieras avisado con más tiempo te conseguía todo, todo, todo perfecto. Que lindo que era. Está bien, mañana me invitás un desayuno y listo. Dale! Vino su novia también, y les conté un poco sobre lo que había vivido en Machu Pichu. Los dos me escuchaban y cada tanto se miraban y se reían.
Me bañé, como Meli quería, pero demoré un montón. Bajé y eran las diez y media de la noche. Melissa, me llama y me dice con un dejo de molestia: estoy en el bar de enfrente de la Plaza en un balcón. Me resultó raro, porque hacía mucho frío y llovía, además yo tenía ganas de ir ver a una banda en vivo que había visto yendo para el hostal, con música Afro. Pero acepté y fui para allá.
Salí con el pelo mojado y tenía mucho frío, hacía mucho frío. Encontré el bar y subí. Llegué y Meli estaba afuera con la campera puesta, yo estaba con mi pullover azul. Meli estaba tomando su clásica copa de vino y charlando con un hombre mayor. Me senté en la barra del balcón, interrumpiendo la visual entre el señor y ella. Ella me presentó al hombre, él es también argentino, de Córdoba. Le di la mano. Tenía ojos claros y estaba tomando un café. Cuando me senté, tenía frío y notaba algo de incomodidad en mí. No lo entendía por qué. El hombre pidió la cuenta, y en ese momento me di cuenta que quizás estaban charlando amigablemente y llegué yo y todo se rompió. Inmediatamente, le dije a Melissa que me iba adentro, no quería que el hombre se vaya porque yo había llegado. Ella lo entendió también y me dijo, dale yo me quedó un rato. Agradecí mi sensibilidad.
Me pedí un agua con gas y un pan con queso, que tenían nombre especial para cobrarlo más caro. Pasó el tiempo, yo miraba para la puerta esperando que Meli entrase y que el señor se retirase. Me pedí una copa de vino, había comenzado a estresarme. Es decir, quería que terminaran de despedirse, no que se sigan conociendo hasta que terminen juntos en la cama. Mi cabeza tenía pensamientos que no estaban buenos. Así que me llevé la copa de vino, nuevamente afuera.
Apenas entré escuché que él estaba hablando sobre Bolivia y me miraba cuando hablaba integrándome a la conversación. Me senté y al ratito traje el pan con queso y el agua. La voz del señor era interesante y pausada, muy intelectual. Cuando contaba sobre Bolivia, contaba cosas como: De repente el micro paró para que todos hagan pis en el medio de la ruta. Lo comentaba como algo gracioso yo me reía pero por dentro me hacía un poco de ruido. Melissa contó sobre la suciedad de la plaza central en Navidad. El dijo que Bolivia es mucho peor. Yo le pregunté con total sinceridad: Cómo te pega cuando ves la pobreza? La charla era muy amena y de verdad quería saber como ve otra gente la pobreza, solo para apreender y ver que me respondía. Lo ayudé a responder: “Es decir, te pone mal o te sirve para hacer algo o solamente te sentís indiferente?”
El respondió pero los trataba como ignorantes, como que no tenían educación y que eran víctimas. Meli, contó que hay gente que no se deja ayudar. En un momento ella dijo, somos todos uno, somos hermanos. Me gusto escucharla decir eso. Después ella dijo que le molestaba la gente que no quería progresar, no querían trabajar, que esa gente había que separarla para que no contagien al resto. Mi boca empezó a hablar sola y el hombre culto y Meli, escuchaban con atención. Hablaba con pausa y serenidad, como hablándole a niños . No tenemos más educación que ellos, tenemos otra educación, hay que acercarse a ellos y ver que puede hacer cada uno. No hay que separar, al contrario hay que escucharlos. El hombre me preguntaba para saber y que se puede hacer con la gente que no quiere trabajar. Se puede armar equipos, juntarlos con la gente que trabaja y que tengan una pertenencia. La explicación y la charla fue extensa y agradable, más allá que opinábamos todos diferente. El hombre me dijo que yo tenía que meterme en política. Porque si no va gente como vos al poder, si la gente con buenas ideas no le gusta la política por todos los problemas que esta tiene, entonces acceden los que usan la política para otra cosa. Yo le respondí que yo tengo otra forma de pensar, creo que tirar de la misma cuerda pero en sentido opuesto no nos va a llevar a ningún lado. Creo en algo más a largo plazo y que no tiene nada que ver con esto, es un camino nuevo.
La charla continuo, hablamos de la estatización, de Argentina, de lo lugares turísticos, que Meli iría para Argentina en el 2012. El hombre le recomendó lugares. La forma de hablar del hombre era como un poeta o filósofo. Contó que tenía un hijo de nuestra edad que era un gran empresario.
Entonces, comenzó a juntar todo para irse y Meli fue al baño un momento. En ese momento me pregunta, “a que te referís con el otro camino?”. Yo hice una pausa larga, creía que no lo iba a comprender. Anticipándole que él iba a pensar que yo era un volado una idea utópica: el otro camino es el amor. Cómo único valor. Entonces, todo el resto caerá y obtendrán la misma felicidad aquel que tenga auto como el que no. Porque los valores serán otros, es un camino muy largo, quizás no lo llegue a verlo yo, ni mis hijos el cambio total. Pero hay que fundar semillas de esto: que no se trata de tener más, sino de estar más feliz con lo que se tiene. Cada uno tiene una función en este lugar. El me aceptó esa última frase o todo, “Claro, cada uno tiene algo que hacer”.

lunes, 11 de enero de 2010

Cusco 9 - Montañas interiores

Me levanté un poco más tarde que las 4 de la madrugada planeadas. Todavía era de noche. Había movimientos en el hostal, en el resto de las habitaciones ya estaban despiertos también. Me di cuenta que llovía mucho. Me puse el máximo abrigo que tenía: el pullover azul, con cierre y capucha. Bajé, la chica de la recepción dormía en una cama pública. Llovía mucho y no tenía nada para que la lluvia no me invada. Antes de salir veo una señora parada del lado de afuera de mi hostel, mirando para adentro. Que vendía? Pilotos para agua, en ese momento me sentí como bendecido. Nada malo podía ocurrirme. Le compré uno y salí a la calle, no sabía bien para donde ir. Fui al kiosco que estaba recién abriendo. Compré muchos cereales, pasas de uvas y dos aguas. Sentía que iba a un lugar muy lejos. Encontré algunos extranjeros que estaban por ahí. Estábamos en frente de donde se sacaban los boletos para ir en Bus hasta arriba, el Machu Pichu. En el lugar llovía y nosotros esperábamos bajo techo. Abría a las cinco de la mañana y todavía no eran.
En ese momento, se empieza a formar una cola directamente en la casilla de venta de pasajes bajo la lluvia. Se forman varios, entonces había dos colas. Cuando se unieron hubo mucho tumulto, nadie quería ceder el lugar. Los que estaban enfrente justificaban haber llegado antes y los que estaban esperando al lado de la casilla, que se estaban mojando. Si le sumas los diferentes idiomas y las cinco de la mañana, me estaban generando muy mal humor. Yo me mantuve al margen de la discusión. Había un flaquito con su novia llegados después que yo, que estaba discutiendo con los de enfrente, pero se puso adelante mío salteando mi lugar. Estaban muy irritados, así que le hice una pregunta al que más tenía ganas de pelearse. “Sabes si el pasaje de bajada se puede sacar arriba o hay que sacar acá ida y vuelta?”. “Sí, se puede, no hay drama te venden arriba también”. Se sintió útil, le cambió el humor y se olvidó de la pelea, funcionó.
Entonces, vino el micro y comenzó el viaje hacia arriba. Adelante mío había cuatro chicas, cortaron a tres en un micro y otra se quedo sola, y subió a mi micro. Pude, haberme sentado (del lado del pasillo) a su lado para conocerla, pero elegí abstraerme de todo y buscar un asiento con ventanilla.
El micro viajaba rápido por caminos muy angostos. De vez en cuando, venía un bus de vuelta y los dos no entraban, así que el que venía daba marcha atrás hasta encontrar un camino grande. El de ida tenía prioridad. El paisaje no era real, montañas enormes, con cataratas, lagos espejados, nubes que dividían la montaña en dos. Pensé que tranquilamente ahí podían haber habitado dinosaurios en su época. Eran tantas las fotos mentales que se me acababa el rollo.
Luego de cuarenta minutos, llegamos. El micro nos dejó en un clásico lugar para sacar la entrada y hacer el chequeo. Bajamos y había una cola opcional que no entendí, ni pregunté, la salteé y fui a dejar mi bolso en el guardarropa. En ese momento comenzó una angustia terrible a crecer en mí. Eran las cinco y cuarenta y mi guía venía a las siete y cuarenta. El tenía supuestamente mi entrada que era muy cara por lo que no podía comprar otra. Aparecieron mis dudas: Vendrá? Sabrá que tiene que traer mi entrada? El flaco me va a guiar aburridamente solo a mí? Tengo que esperarlo dos horas en este sitio bajo la lluvia mientras que todos entran? Increíblemente estaba casi por ponerme a llorar, estaba totalmente arrepentido de haberle comprado todo con anticipación. Cuando de repente escuchó a un flaco decir: “Sí, mi guía viene a las 7:40”. Rápidamente fui a hablar, “por casualidad, tu guía se llama Miguel”. Me dijo “Sí, por suerte llegamos temprano para conseguir lugar para el Wayna Pichu”. Que alivio, todos los que estaban ahí estaban en mi situación, había que hacer la cola temprano para conseguir lugar para la otra montaña, en la cual solo entran doscientas personas por día. Me sentía tan contento con ellos que no paraba de hablarles e intentar caerles bien. Se llamaba Nahuel y era venezolano, alto y morocho y un poco afeminado en su forma de hablar. Había viajado por todo el mundo y contaba cada viaje como un producto que había adquirido. Después de media hora, ya no me interesaba lo que hablaba pero mi agradecimiento no me dejaba despegarme de él y su amigo mexicano. No pude evitar aburrirme de los diálogos superficiales y casuales. Nadie decía nada interesante, yo tampoco. Me alejé para ir al baño, pero me cobraban un Sol la entrada al baño. Estábamos en el medio de la montaña, así que hice por ahí y ya no volví a unirme a ellos.
Me quedé sentados cerca esperando que venga Miguel, el guía se llamaba igual que el hostelero al que le había comprado el paquete.
Vino Miguel a la hora estipulada, muy puntual. Llegó y lo esperaban alrededor de cincuenta personas, pero apenas llegó lo primero que hizo fue preguntar, “Darío”. Me acerqué y me saludó muy cordial. Tengo tu entrada y tu lugar para ir almorzar ya esta todo listo. Relajo total. Gracias Miguel, hostelero.
Entramos, Miguel se fue con el grupo que hablaba en inglés, con nosotros vino Washington, “Washi”.
Entramos al Machu Pichu con todo el contingente. El guía comenzó a explicarnos todo sobre el Machu Pichu, para mí era interesante porque no se basaba en lo que se puede leer en los libros o en Internet. Le daba una vuelta al asunto y al final terminaba siempre con la frase: “Ustedes saquen sus propias conclusiones”. Mis sentidos comenzaron a agudizarse. Mi vista estaba siendo acariciada con una ciudad que se escondía bajo unas nubes, y se deslumbraba casitas de piedra y en sí, el Machu Pichu desde arriba, que significa Montaña Vieja o Antigua, también el silencio del lugar, solo roto por turistas. Había un aroma especial también. Hasta ese punto era solo lo que el Washi contaba, que me caía muy bien a diferencia de la otra gente que lo criticaba por no ser objetivo. Washi hablaba mal de los Españoles que intentaron conquistar a los Incas y de Hiram Birgman, una persona de Estados Unidos que se llevó todo lo valioso en material y simbólico para hacerle estudios y nunca lo devolvió. Llamativamente en Perú, su nombre es bastante venerado, hay varias plazas con ese nombre. Como diría mi amigo Washi, saquemos nuestras propias conclusiones…
El recorrido guiado me llevó al interior del Machu Pichu, rápidamente bajamos, estábamos pisando tierra que los Incas habían construido magistralmente. Washi la seguía rompiendo con sus explicaciones y yo que cada vez estaba más adentro del Machu Pichu. Había un agujero que se ve que los Incas usaban de Micrófono. Hablabas dentro de este y la voz se multiplicaba por diez. Las piedras indicaban las estaciones del año, los puntos cardinales, etc. Todo era de una inteligencia suprema. Había piedras que daba ganas de tocar pero Washi no dejaba.
Terminó el recorrido por el Machu Pichu guiado en una piedra que con mucha imaginación parecía un puma, símbolo importante para los Incas. Le había pedido al venezolano que me sacara algunas fotos ya que nunca tuve la costumbre de la cámara. Seguía teniendo deuda, con Nahuel. Me encontraba bien, pero necesitaba hacer mi propio camino en el Machu Pichu. A las diez de la mañana entramos al Waina Pichu(montaña nueva), la subida demoraba una hora. Entraron y Nahuel y el mexicano me esperaron para subir juntos. La verdad que no me interesaba su compañía. Ellos subían a un ritmo lento, así que me olvidé de las fotos que me había sacado Nahuel y de todo y aceleré la marcha y perdí todo contacto con ellos. La subida era cansadora pero le paisaje y el camino era energizante. Subí a gran ritmo, la cumbre era grande, pasé por una cueva y recorriendo la cumbre encontré una piedra inclinada que me cubría de la lluvia. Me senté debajo de esta, observé el paisaje desde arriba con fascinación. Comencé a meditar, pero mi rodilla estaba fuera de la roca y al alcance de la lluvia. Me puse de pie y seguí caminando hasta que encontré una casita Inca, no había muchos turistas alrededor, mejor. La casa no tenía techo, tenía tres ventanas. Generalmente los hogares Incas tenían tres ventanas, una para el cielo, otro para lo mundano y otro para la tierra o los muertos.
Me puse debajo de la ventana del cielo, según había explicado Washi en su momento. Daro, me había pedido que le dedique un Kriya, una respiración especial, en el Machu Pichu. Comencé a hacer el Kriya bajo la ventana en la cima de la montaña. Cuando inhalaba el aire era muy energizante. Mientras hacía la respiración, vino un grupo de turistas que por el acento reconocí que eran chilenos. “uh, mira…”, “Vamos a molestarlo, po” decían. Entraron a la casa y comenzaron a decir “Ohm”… Yo sonreí y se fueron sin lograr su cometido. El Kriya terminó y la energía que tenía era desconocida en mí. Abrí los ojos y me encontré nuevamente con la cima de la montaña. Fue un momento de hiperfelicidad. Tenía un poco de euforia. La lluvia no cesaba y comencé a descender. El común de la gente bajaba a otra velocidad que yo. Me sentía una especie de animal y comencé a descender como si conociera la montaña, no era respetuoso con la gente que bajaba, les pasaba por al lado a toda velocidad. Era muy divertido y no tenía miedo. Quizás alentaba a algunos que estaban subiendo o bajando el Waina Pichu .
Regresé al Machu Pichu al mediodía y me senté en un lugar que según Washi era un lugar Chill Out para los Incas, para descansar y airearse. Había dos niñas y sus padres jugando. En ese momento la frase de Eva, pasó por mi cabeza que me decía que no me preocupe, que ya voy a tener familia. Comencé a pensar que quizás mi camino no pase por tener hijos, quizás vaya por otro lado. La idea me llenó aún más de energía y fui a recorrer el Machu Pichu pero esta vez sin guía.
Fue mucho más emocionante, mi cabeza hizo una película de lo que era cada lugar. Es como leer un libro, la fantasía de la mente es mucho más interesante que lo que los ojos pueden decodificar. Sentía que había llegado a un sótano, creo que el lugar no era visitado por turistas, porque seguí investigando y, de repente, llegué a un lugar que había palas y artefactos modernos para trabajar piedras. Me vinieron algunas dudas, que tenía que resolver. Interrumpí a un guía que estaba con dos orientales. Cuanto de todo esto es reconstruido. Me dijo que el cinco por ciento del Machu Pichu fue reconstruido y que algunas piedras se las perfecciona. Aceptado.
Estuve por ahí, dando vueltas, me llevé una piedra que estaba en el suelo, piedra que había observado como una civilización se destruyó por completo por el ego humano.
Era la hora de bajar del Machu Pichu, lo estiré al máximo posible. Baje caminando hasta Aguas Calientes. El camino fue largo, pero mi cabeza estaba conectada conmigo y fue guardando impresiones que nunca más olvidaría. Fotos, lugares, olores, momentos, pero ese lugar tiene algo más que es inexplicable, se puede decir que es energía, pero creo que hasta esa palabra mística queda chiquita. Había muchos animales arriba, muchos pájaros sin árboles, me sorprendió. En fin, estaba totalmente confortable.
Llegué hasta Aguas Calientes y fui a almorzar al lugar que los Migueles me habían reservado. Me senté y todo perfecto. La comida era riquísima. Al lado mío se sentaron cinco chicas solas que se reían mucho. Yo estaba todavía conmovido. Tuve la misma sensación que el protagonista de “Diario de Motocicleta”, sentía nostalgia por algo que nunca había conocido >Ver VIDEO